Formado en la cantera albirroja, Ian Aliaga sólo ha participado de 8 partidos con la camiseta de Curicó Unido y en el último de ellos su nombre acaparó todas las miradas gracias al primer gol de su carrera, nada menos que ante Rangers de Talca. El delantero de 23 años está consciente de que en su última temporada con contrato en el club no puede dejar pasar la oportunidad y trabaja mentalizado en consolidarse. En las próximas líneas repasa los detalles de la conversación que tuvo el delantero con VLN Deportes.
¿Cómo estuvo ese cierre de partido ante Rangers y los festejos para ti en lo personal?
Fue un momento especial donde nos llevamos el triunfo y estábamos súper contentos. Además, el partido de visita allá con la gente de ellos y demás. Fue súper especial y tratamos de celebrarlo ahí con nuestro círculo, los que estábamos ahí al llegar al camarín.
Habías tenido ocasiones de jugar por Curicó, luego saliste a préstamo y ahora regresaste. ¿Qué crees que falta para verte consolidado y tomar cierta regularidad en el equipo?
Yo creo que igual es complicado alcanzar una regularidad, pero también creo que el jugador se hace jugando. Hay que darle la confianza a los jugadores, porque yo creo que aquí en Curicó hay mucha calidad de jugador y el futbolista tiene que jugar para ir madurando. Vas aprendiendo y ganando ese roce también, que el entrenamiento no te llega a dar. Agarras un ritmo diferente si vas jugando y ahí vas poco a poco consolidándote.
¿Qué pasó por tu mente en el minuto que Carlos Coppola te dice que vas a ingresar al partido ante Rangers?, ¿Sabías por dónde podías sacarle mayor provecho?
Sí, yo creo que el profe también vio que ellos estaban quedando, bueno, muy expuestos atrás con un jugador menos y creo que me llamó a mí por la explosividad, por la velocidad que tenía. Me dijo que íbamos a jugar un poquito más al espacio y yo creo que eso ahí se vio reflejado con el gol y las ocasiones que tuve, la expulsión también, yo creo que todo fue con pelotas largas, pelotas al espacio que pude aprovechar ahí.
¿Viste el gol? ¿Cómo recuerdas la jugada?
Sí, sí lo vi, Fue bonito, fue especial. La recibió Yerko y al tiro supe que tenía que tirar la diagonal, porque ya estábamos entrando al área y nada, ahí cuando me llegó tenía que pegarle como fuera y, gracias a Dios, salió el gol.
Te has visto muy bien en lo físico y muy rápido en estos partidos, ¿te sientes así?
Sí, puede ser, también el partido te da eso. Ante Rangers yo entré fresco, quizás los marcadores centrales también estaban un poco cansados, el partido estaba intenso adentro. Igual creo que puede ser.
Gritaste mucho el gol, ¿qué significa para ti tu primer gol y en un clásico que además le da el triunfo al equipo?
Sí, más que nada yo creo que fue un desahogo, tanto tiempo luchando, entrenando para estos momentos. Uno siempre quiere ayudar al equipo, marcar goles y además fue súper importante el gol que marqué. El primero y en un Clásico, entonces fue como una acumulación de cosas que me hizo gritarlo de esta manera.
¿Has hecho algo distinto para alcanzar este nivel y pelear mano a mano como lo estás haciendo ahora?
En verdad sí. Traté de cambiar la alimentación, bajar todo lo que es el tema de la grasa y preocuparme más por eso. Bueno, desde que estuve en Puerto Montt traté de seguir una pauta, pesar la comida, comer todo lo que tenía que comer y yo creo que eso me ha dado resultados. Además, también he estado trabajando lo mental que es muy importante para los futbolistas.
¿Cómo trabajaste ese aspecto mental?
Yo sabía que este era mi último año de contrato y estaba consciente de que me la tenía que jugar toda, porque si no juego acá, seguramente pueda quedar en libertad de acción. Entonces no estaba eso en mi cabeza, quería trabajar, ganarme una oportunidad, ser una opción y yo creo que es eso más que nada. Ahora debo tratar de seguir entrenando duro y hacerlo lo mejor posible para poder seguir jugando, que es lo que quiero.
Todos los jugadores que salen de una serie proyección y llegan a un primer equipo tienen condiciones, pero ¿hay un proceso de adaptación en que ustedes se dan cuenta de que esa es sólo la base y deben seguir sumando aspectos a su juego?
Sí, absolutamente. Es que el deporte es muy competitivo y al final son los detalles los que te llevan a ser un mejor jugador o quedarte ahí. Uno se va dando cuenta que en los detalles está si tú llegas a jugar o no, entonces uno se tiene que preocupar de esas pequeñas cosas que marcan la diferencia.
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