El Producto Interno Bruto (PIB) de Chile registró un crecimiento anual del 1,6% en el segundo trimestre de 2024, según el informe de Cuentas Nacionales publicado esta mañana por el Banco Central.
Este resultado se alineó con las expectativas del mercado y refleja una desaceleración económica, ya que en el primer trimestre la actividad se expandió un 2,5%.
De acuerdo con el informe del banco emisor, el crecimiento del PIB se sustentó principalmente en un aumento de las exportaciones desde la perspectiva del gasto.
Por otro lado, la demanda interna disminuyó un 1,4%, debido a una reducción en la inversión. Desde la perspectiva de la producción, el PIB fue impulsado principalmente por los sectores de minería, generación eléctrica, comercio y transporte.
En términos desestacionalizados, el PIB mostró una desaceleración del 0,6% en comparación con el trimestre anterior.
Otros datos del informe
Según lo informado por la entidad dirigida por Rosanna Costa, el consumo de los hogares tuvo una variación anual del 0,5%, impulsado principalmente por el gasto en bienes durables, en especial productos tecnológicos y automóviles.
En menor medida, el consumo de servicios también contribuyó al resultado, destacándose el gasto en transporte y actividades culturales y de entretenimiento, aunque este efecto fue compensado por una disminución en el gasto en turismo.
Por otro lado, el consumo de bienes no durables se redujo, con una baja en el consumo de alimentos, bebidas y tabaco.
El consumo del gobierno aumentó un 1,6% en el período, principalmente debido a un incremento en los servicios de salud, aunque fue parcialmente compensado por una reducción en los servicios educativos.
La inversión, por su parte, retrocedió un 8,7%, arrastrada por ambos componentes: la formación bruta de capital fijo (FBCF) decreció un 4,1%, principalmente por una menor inversión en vehículos de transporte y equipos eléctricos y electrónicos.
Además, la variación de existencias disminuyó, especialmente en productos mineros, alcanzando un ratio acumulado en doce meses de -0,6% del PIB.
El comercio exterior presentó resultados mixtos, con un crecimiento del 7,3% en las exportaciones de bienes y servicios, mientras que las importaciones cayeron un 2,2%.
Las exportaciones estuvieron lideradas por el envío de bienes, especialmente productos mineros e industriales, junto con un aumento en las exportaciones de servicios. Por el contrario, en las importaciones de bienes se observó una disminución en la entrada de productos industriales, mientras que las importaciones de servicios aumentaron.
La desaceleración del PIB en términos desestacionalizados fue influenciada principalmente por la variación de existencias desde la perspectiva del gasto, aunque este efecto fue parcialmente compensado por un aumento trimestral en las exportaciones netas.
El ingreso nacional bruto disponible real no presentó variación en el segundo trimestre, lo cual fue inferior al crecimiento del PIB, principalmente debido a un aumento en las rentas pagadas al exterior.
El ahorro bruto total representó el 21,2% del PIB en términos nominales, compuesto por un ahorro nacional del 18,9% del PIB y un ahorro externo del 2,3% del PIB, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos.
En línea con la política de revisiones de las cuentas nacionales, la tasa de crecimiento del PIB en el primer trimestre fue revisada al alza en dos décimas, de 2,3% a 2,5%.
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