Llamativa escultura de conejo con su cría en brazos provoca reacciones en Puerto Varas

Una escultura que está siendo instalada en Puerto Varas ha generado un debate en redes sociales por su particular forma: es un conejo antropomórfico con un bebé en brazos. La obra de arte, llamada “Di susurrando... ‘Te amo mi amor’”, está siendo construida por el escultor y maestro en artes plásticas Camilo Guerrero. La pieza es un modelado directo en ferro-cemento para el cuerpo del conejo, con una parte tallada en madera de alerce para la cara del bebé y será culminada en mosaico.

Guerrero ha compartido todo el proceso creativo de la escultura a través de su cuenta de Instagram, asegurando que es un “proyecto autogestionado, con el patrocinio de Ferreterías Poseck y con el permiso de la Secretaría de Medio Ambiente y Turismo de la Ilustre Municipalidad de Puerto Varas”. El escultor explicó que la obra es una reflexión poética sobre nuestro ser mamífero y nuestra relación con la naturaleza y sus espíritus protectores, fauna de la que hacemos parte integral y en medio de la cual debemos reconocernos, coexistir en armonía e integrar a plenitud todas sus fuerzas.

El ferro-cemento es una técnica muy exigente en su manejo técnico, pero es una forma de hacer esculturas que no genera ninguna contaminación química, visual, auditiva, ni desechos de difícil manejo, y que garantiza una larga vida útil de las obras incluso en condiciones climáticas extremas. A través de Twitter se difundieron fotos del proyecto artístico, el que generó diversas reacciones, en su mayoría negativas. Algunas personas consideraron la obra como algo “horrible”, “poco estético”, y dudaron si era realmente arte.

Por otro lado, defensores de la figura de la coneja escribieron que es una expresión de arte y que no todo tiene que ser bello para ser arte. En la misma red social, el escultor respondió a las críticas, agradeciendo a las personas por sus opiniones y por visibilizar la obra. Además, afirmó que espera un mayor nivel en el debate y la crítica cuando esté completamente terminada. Guerrero se siente muy satisfecho de que su trabajo, aun sin estar terminado, pueda enfrentar a tantas personas a sus propios miedos y demonios internos, y que esto no tiene nada que ver con la intención de la obra.

En resumen, la escultura de conejo antropomórfico con un bebé en brazos ha generado opiniones encontradas en las redes sociales, desde quienes la consideran una obra de arte hasta quienes la ven como algo poco estético o incluso horroroso. A pesar de las críticas, el escultor defiende su obra y espera que, una vez culminada, sea objeto de un debate más profundo y enriquecedor.