La exministra y exconvencional constituyente Marcela Cubillos se encuentra en el centro de la controversia tras la revelación del medio electrónico El Mostrador sobre el pago de un sueldo mensual bruto de $17 millones por parte de la Universidad San Sebastián (USS). Cubillos ha insistido en que su remuneración fue obtenida de manera legítima.
De acuerdo con lo publicado por El Mercurio, Cubillos, quien es candidata independiente apoyada por la oposición para la alcaldía de Las Condes, expresó dudas respecto al origen de la controversia, destacando que hay otros “expolíticos que trabajan Ahí”, refiriéndose a la USS. "Es a lo menos extraño que de todos los ex políticos que trabajan ahí sea mi sueldo el único que se filtró", señaló la exministra de Educación y del Medio Ambiente durante el mandato del expresidente Sebastián Piñera, cuando se le mencionó las sospechas emitidas por el exdiputado UDI, Giovanni Calderón, sobre Alejandro Weber, decano de la facultad de Economía de la USS.
Cubillos comentó: "Yo he trabajado toda mi vida, desde antes de salir de la universidad, donde siempre fui de los mejores alumnos de mi generación. Me separé muy joven y con niños muy chicos, los saqué adelante sola, con mi trabajo. He tenido peores y mejores momentos. Me siento muy orgullosa de lo que he logrado y de los trabajos en los que me he desempeñado".
Añadió que defiende sus convicciones, y criticó a ciertos sectores de derecha por no haber sabido proteger la libertad de enseñanza y la autonomía de las universidades privadas.
Asimismo, detalló que fue Luis Cordero, expresidente fallecido de la Junta Directiva de la universidad, quien la contactó en febrero de 2020 para que se integrara como docente, lo que con el tiempo se expandió a otras actividades de promoción de la universidad y sus programas.
“La universidad tomó una decisión de que muchas personas que habíamos trabajado en el gobierno de Sebastián Piñera, como ministros o subsecretarios, éramos un aporte para el proyecto”, comentó.
Cubillos defendió su participación, explicando: “Yo participaba de todas las campañas de promoción para la administración de alumnos, me dejaban siempre haciendo clases de primer año porque las universidades combaten mucho la deserción y estaba bien evaluada por los estudiantes y hacía distintas actividades que la universidad me pedía”.
Finalmente, justificó su contratación, señalando que, aunque su formación académica de postítulo y posgrado sea inferior a la de otros académicos que perciben salarios menores, “es una universidad que decidió en su proyecto no solo tener académicos con altos grados de doctorado, sino también a profesionales que tienen experiencia práctica”.
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