Bechtholdt: “Creo que la salida de Damián marcó un quiebre de la hinchada con mi persona”

El exgerente deportivo de Curicó Unido, Carlos Bechtholdt, abordó su salida de la institución tras 18 años, tiempo en el cual defendió los colores albirrojos como jugador y posteriormente, como funcionario.

En este sentido, sostuvo que intentó “bregar por los intereses del club”, agregando: “Siempre fui de la misma línea, independiente de la directiva que estaba al mando, porque todos tienen un estilo diferente”, refiriéndose su trabajo con Luis Silva, Pablo Milad, Freddy Palma y Patricio Romero.

En esa misma línea, Cachi dijo que en muchas oportunidades tuvo que guardar silencio por decisiones que debía aceptar. “Tengo códigos y jamás voy a salir diciendo que la decisión viene de un directorio determinado. Soy de los que muero con las botas puestas”.

El antes y después de Damián

Uno de los puntos que abordó Bechtholdt, está relacionado con la llegada y salida del director técnico Damián Muñoz, aclarando que “la gente desconoce que fui yo quien lo puso al mando del equipo”, afirmando que “la idea era que se fuese internando de a poco en el fútbol profesional, para posteriormente construir una carrera, lo que está ocurriendo”.

“Uno nunca hubiese querido que Damián se fuera del club. Yo le tengo mucho respeto”, aclara.

En relación a este último hecho, Cachi afirmó que este hecho “marcó un quiebre de la hinchada con mi persona”, añadiendo que incluso estuvo con resguardo policial por amenazas, aunque lamenta, “nunca me preguntaron si estaba de acuerdo con su salida”.

Sobre el armado de plantel, en especial el que terminó con el descenso de Curicó Unido, Cachi aclaró que muchas decisiones no pasaron por él. “Nunca fui de querer imponer jugadores, siempre las opiniones fueron consensuadas, con el técnico principalmente”.

Agrega: “El año de la clasificación a Copa Libertadores fue especial, teníamos otra expectativa, porque pensamos que podíamos pasar (a fase de grupos) y ahí todo cambiaba. Ese año fue especial y creo que nos volvió a todos un poco locos, pero ya pasó”.

Finalmente sostiene: “Me voy tranquilo. Sé que hice muchas cosas que no me correspondían, pero las hice por el amor que uno le tiene a la institución”.

En la misma línea envía un mensaje: “El club nunca debe ser sociedad anónima. Es una institución a la cual le tengo mucho cariño y necesita de su gente, no sólo en los buenos momentos, porque cuando nos fue mal fueron muy pocos los que estuvieron cerca”.