Miércoles, 24 de Noviembre del 2021 · Publicado a las 17:34

Padres de niño fallecido por infarto cerebral se querellan contra el Hospital de Curicó por cuasidelito de homicidio

Publicado por VLN Radio

Según el matrimonio, el menor de cinco años, Ángel Tomás Castro Letelier, murió debido a la mala aplicación de un medicamento y a una tardía intubación que le provocó falta de oxígeno

Padres de niño fallecido por infarto cerebral se querellan contra el Hospital de Curicó por cuasidelito de homicidio
Archivo

Una pareja presentó una querella por cuasidelito de homicidio contra el Hospital de Curicó, en la región del Maule, entidad a la que acusan de una negligencia médica que habría derivado en la muerte de Ángel Tomás Castro Letelier (5), ocurrida por un infarto cerebral que atribuyen a un mal procedimiento de su personal.

Según relató a VLN Radio el matrimonio, formado por Erick Castro y Karina Letelier, el 18 de octubre el niño, quien padecía previamente de hidrocefalia y síndrome de West (consistente en una encefalopatía epiléptica), fue diagnosticado con una inflamación en las amígdalas por una pediatra particular que lo atendió en la mañana.

Pese a que Ángel, estuvo de buen ánimo el resto de la jornada, en la noche debieron ir al hospital local ya que comenzó a manifestar dolor. Fue ingresado recién a las 2:00 de la madrugada y revisado por una doctora, quien aseguró que presentaba faringitis y un oído inflamado.

Una hora después, el menor comenzó a convulsionar, lo que no le sucedía desde octubre de 2018 y que fue advertido a la profesional por Karina, quien antes ya le había comentado sobre su historial de patologías.

En ese momento, la médico instruyó que al niño se le inyectaran 3 milígramos de Lorazepam, un depresivo respiratorio, procedimiento que se aplicó dos veces más ya que seguía convulsionando. Después, se le puso una máscara de oxígeno y se quedó dormido.

Al consultar sobre su estado, la madre del niño fue informada que sus exámenes habían salido normales y que solo tenía un tanto inflamados los ventrículos laterales del cerebro. Sin embargo, su situación se complicó y el menor fue trasladado a una sala de reanimación a las 8:00 horas.

“De repente vi entrar y salir mucha gente. Me empecé a preocupar, había pasado harto rato y una TENS me dice “tranquila, mamita, tu hijo está saturando mejor”. Después, salió otra doctora y me preguntó si había tenido una neumonía mal cuidada, algún resfriado o algo así. Le dije que no, que él era súper sano y que ni siquiera se había resfriado este año. Me dijo que tenía líquido en el pulmón y que por eso estaba saturando mal. (...) Me pareció extraño. Cuando me dejaron entrar después de un rato, Ángel, estaba intubado”.

En la querella, admitida por el Juzgado de Garantía de Curicó, se indica que a las 13:00 horas los padres constataron que su hijo estaba sedado y sin reacción alguna, agregando que ambos escucharon a unas enfermeras decir “este niño casi se nos va en la mañana”.

Posteriormente, a las 20:00 horas del 19 de octubre, Ángel, fue llevado a la Clínica Las Condes en Santiago, donde al llegar y tras los exámenes de rigor se le informó al matrimonio que éste presentaba un daño completo en el cerebro por un infarto en dicho órgano. Al consultar sobre su pulmón, el médico a cargo les indicó que no tenía problema alguno.

“Apareció el neurocirujano y nos pidieron autorización para hacerle una válvula externa para tomarle exámenes, por si su líquido encefalorraquídeo tenía algún virus o daño. No sabían porqué a Ángel, le había dado el infarto. Le hicieron exámenes y no aparecía nada, todos estaban sorprendidos”, señaló Erick.

“Nos quebramos totalmente, porque nosotros íbamos por otra cosa por el tema del pulmón y nos salen con otra noticia”, recordó el padre del niño, quien fue informado junto a su esposa que el pronóstico de su hijo era desalentador y que solo había dos posibilidades: que se produjera su deceso o vivir en estado vegetal. Finalmente, el pequeño fue desconectado el 22 de octubre.

En el intertanto, apunta Erick, “apareció la persona clave que nos abrió los ojos que fue el neurólogo, Felipe Castro Villablanca, quien nos preguntó qué había pasado y él tampoco asociaba algún problema que tuviera Ángel (…) le hicieron una resonancia en contraste y no aparecía ningún daño, sin arterias tapadas, nada”.

“El doctor nos dijo que las tres dosis de Lorazepan que le inyectaron a nuestro hijo fue mucho, en Santiago solo le dan dos y automáticamente lo entuban. Ángel, quedó sin oxígeno y eso le causó el infarto cerebral. Hubo tardía intubación, le inyectaron las dosis a las 4:00 y recién a las 9:00 lo entubaron”, aseguró el padre del menor fallecido, quien dijo que junto a su familia están “esperando que nos den la audiencia y que se haga justicia por nuestro hijo”.

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