Errores que podrían costar caro

13 de Octubre del 2024 · 07:03

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de VLN Radio.

Errores que podrían costar caro
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El 17 de septiembre de 2000, bajo el alero de la Sociedad Campos y Muñoz, se inaugura “Jakuna”, emblemático centro de eventos ubicado en la Avenida Colón de Curicó, que prometía ser una alternativa a la entretención y la vida nocturna de la ciudad. Así hizo noticia por primera vez. La tecnología del Siglo XXI en la música y las luces, llegaba a la bohemia curicana.

21 años después, el “Jakuna” volvió a hacer noticia, esta vez por el incendio que consumió en su totalidad el recinto, dejando pérdidas millonarias pero también varias fuentes de ingresos, directas e indirectas, sin sustento. Trabajadores y proveedores veían como un verdadero imperio de la entretención se reducía a cenizas.

Hoy el Jakuna hace noticia, porque tras un largo juicio, sus dueños decidieron demandar al municipio curicano por $1.448 millones. Lo anterior por perjuicio, lucro cesante y daño moral, en relación a la no renovación de su patente de alcoholes N°401325, concedida y otorgada para la explotación de la denominación “Salón de Baile”.

Desde su apertura, el recinto no tuvo problemas, incluso ni con los cambios de administración ni con las modificaciones al Plan Regulador. De hecho durante más de ocho años, entre 2010 y 2021, el Concejo Municipal no presentó objeciones para renovar esta autorización, lo que daba cuenta de un funcionamiento que –supuestamente - cumplía con las exigencias, requerimientos y permisos para su funcionamiento en la Avenida Colón.

Sin embargo, con dos informes a la vista, uno emitido por la Contraloría General de la República y el otro por el mismo Departamento de Obras Municipales, el Concejo Municipal de Curicó tomó la decisión el día 28 de julio de 2021 de no renovar dicha patente. La razón esgrimida fue que había un incumplimiento del uso de suelo del Plan Regulador Comunal de 2011, perdiendo su vigencia el 31 de diciembre de 2021.  Lo anterior, marcaba en apariencia el fin de “Jakuna”.

Esos son los hechos objetivos.

Ahora, más allá de las especulaciones, el recinto no solo debió enfrentar el cuestionamiento del Concejo Municipal, de la Contraloría, del Departamento de Obras y las acusaciones de incumplir el Plan Regulador Comunal, también hubo una constante presión por parte de los vecinos del sector, quienes, junto a la Municipalidad de Curicó, denunciaron en reiteradas oportunidades, ruidos molestos desde el centro nocturno.

En octubre de 2018, funcionarios de la Oficina Regional del Servicio de Medioambiente del Maule junto a sus pares de la Seremi de Salud, determinaron que el lugar incumplía la Norma de Ruido establecida en el D.S. N°38/2011 del Ministerio del Medio Ambiente.

En este sentido, los dueños de Jakuna tuvieron 10 días para presentar un programa de cumplimiento y de 15 para formular sus descargos. Con todo, se logró cumplir con la exigencia de la autoridad, se aisló el ruido y el centro nocturno continuó funcionando.

El municipio curicano siguió cuestionando el funcionamiento del local y tomando el dictamen de la Contraloría, determinó que un lugar de esas características no podía operar si el Plan Regulador no lo permitía. Los dueños del Jakuna contra-argumentaron que si semestralmente no tuvieron mayores inconvenientes para realizar la renovación, incluso posterior a la renovación del Plan Regulador Comunal, siendo la última el 31 de diciembre de 2021, no había sustento ni explicación jurídica para que de un momento a otro el Concejo cambiara de opinión y considerara que había una irregularidad .

El caso se fue a la justicia y ganó el Jakuna. Todas las instancias, Juzgados locales, Corte de Apelaciones y Corte Suprema concordaron en que hubo un actuar arbitrario del municipio. De hecho el fallo final de la Corte Suprema se puede interpretar como que el cuestionamiento no es porque se haya negado la patente sino porque se le renovó posterior a las modificaciones al Plan Regulador.

En el proceso en tribunales, el municipio recurrió a un recurso de casación que fue anulado por la Corte Suprema, “por incurrir en manifiesta falta de fundamento por parte de la Municipalidad de Curicó, ratificándose el fallo de la Corte de Apelaciones de Talca con sentencia el 11 de abril de 2023”.

Es decir, a pesar del informe de Contraloría y el informe del Departamento de Obras, los tribunales le dieron la razón a los empresarios debido a que “no puede la administración del Estado, centrada en este caso en la administración de la comuna de Curicó, cercenar derechos de los administrados de manera infundada, sin la sujeción de un debido proceso administrativo, donde la persona afectada pueda hacer valer sus derechos en plenitud”, dice el fallo.

Hay que decir que La Contraloría tiene por objetivo investigar las denuncias que llegan en torno a posibles anomalías en organismos públicos. Luego de realizar una investigación, se emite un informe y en caso de certificar una irregularidad, instruye a la institución a determinar posibles sanciones y a implementar acciones que mejoren los procesos.

Es sabido, que en muchas oportunidades han existido diversas irregularidades y se hace vista gorda, a pesar de las evidentes faltas cometidas por funcionarios públicos.

Es en esa instancia, cuando consultados algunos jefes comunales, prefieren no responder o mantienen esta información fuera de todo alcance. Es decir, si estos datos no son revelados por algún medio de comunicación, “todo pasa piola”.

Claramente acá hay una responsabilidad del municipio curicano arrastrada en el tiempo. Porque existe un derecho adquirido por años en el caso Jakuna, lo cual debe ser considerado al momento del Plan Regulador Comunal. Cualquier modificación, debe ser consensuada.

Ahora, la pregunta surge en torno a ¿qué tanta validez tiene un informe o dictamen de Contraloría para los organismos públicos, en este caso un municipio? O en palabras simples ¿Qué validez le dan las autoridades a la Contraloría?

Pareciera que en este y otros casos, los informes, dictámenes y pronunciamientos de la Contraloría son aceptados o rechazados a conveniencia propia. Tal como ocurre con las encuestas, cuando son favorables son válidasy son las mejores, pero cuando son negativas, hasta la empresa que las realiza es blanco del ninguneo.

La demanda del Jakuna ahora va por otro carril, el informe de Contraloría y el fallo de la Corte Suprema serán antecedentes a presentar y sin duda en los cuales se va a sostener la petición de indemnización. Que sea favorable a los demandantes dependerá ahora de lo que se pueda sostener en este otro juicio. Lo cierto es que esto le puede costar millones de pesos al municipio local y tendrá que asumirlo la nueva administración.

Por lo pronto, esto recién comienza.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de VLN Radio.

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