La involución del centro de Curicó
14 de Mayo del 2023 · 08:00El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de VLN Radio.
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Periodista de VLN Radio
Discúlpenme, pero yo creo que el centro de Curicó ha involucionado.
Podrá usted estar de acuerdo o no, pero lo cierto, es que a lo menos concordamos en que “se ha estancado”. El progreso no ha sido parte de su reciente historia.
Factores hay muchos, entre ellos, la desconcentración urbana y comercial que se ha expandido hacia otras zonas sumado a un aumento descontrolado del comercio ambulante, pérdida de patrimonio e incluso, engrandecimiento del parque automotriz que satura las vías de acceso y estacionamientos, lo que en definitiva imposibilita un cambio estructural para un posible reimpulso.
Para hacer un análisis más acabado hay que retroceder hasta el año 2010, cuando tras el 27/F y luego de la destrucción urbana de Curicó, un grupo de empresarios vio la posibilidad de generar un cambio con el Plan de Reconstrucción Estratégico Sustentable –el llamado PRES- cuya primera etapa buscaba definir mediante una consulta ciudadana, las prioridades en la reconstrucción de la ciudad.
En la iniciativa, el centro tenía un espacio importante para el mejoramiento de la Avenida Camilo Henríquez, la reconstrucción de la Estación de Trenes, la elaboración del nuevo terminal de buses interprovincial y el impulso al comercio con un innovador paseo peatonal por calle Arturo Prat, que contemplaría una vía para tránsito y otra para la venta de productos y servicios.
Aquella idea parecía llegar a reimpulsar nuevamente la ciudad, sin embargo, diversos factores sociopolíticos, no permitieron su ejecución. No es menor la prioridad que le otorgaron las administraciones alcaldicias, cuya rotación no permitió dar continuidad a este foco, un mal que durante años afecta el avance de las ciudades, sobre todo cuando los objetivos políticos son distintos.
Si entramos en la nostalgia de años anteriores, no es difícil estructurar un cuadro comparativo. Antes había costumbres que se han ido perdiendo en el tiempo, por ejemplo, las jornadas dominicales tenían como panorama ineludible transitar por la Plaza de Armas, además el centro contaba con espacios gastronómicos que funcionaban como lugares de reuniones, “El Polo”, “American Bar”, “Napoli”, entre otros. Hoy, aquellos espacios de esparcimiento han sido trasladados a zonas como la plaza Luis Cruz Martínez (plazoleta San Francisco), el camino a Zapallar o el sector surponiente con la instalación de un centro comercial.
El Curicó de antes contaba con dos teatros para la entretención, el Cine Rex y el Teatro Victoria, hoy nada de eso existe, incluso de los dos cines modernos (Planet y Max), uno se vio afectado por el mega incendio de avenida Freire; las emblemáticas casas comerciales han sucumbido ante una agresiva competencia transnacional que hace casi imposible su sobrevivencia; el mercado ambulante que está descontrolado, muchos de ellos nacieron en medio de la crisis sanitaria y optaron a autorizaciones temporales que hoy, no han querido dejar ganando cada día más espacios frente a una fiscalización que no es agresiva y que no cuenta con el respaldo del Servicio de Impuestos Internos como lo ha denunciado la autoridad. El comercio ambulante, en algunos casos, no es por necesidad, sino solo por ahorrarse la inversión que significa establecer un local. Sencillamente ya no se ve como un punto de partida, sino como una profesión sostenida en el tiempo.
Desde la Cámara de Comercio local aseguran que “falta voluntad política para eliminar el comercio ambulante” y hacer de Curicó “una comuna más amable”, esto tiene que ver con generar espacios en los cuales las personas puedan transitar y puedan encontrarse, al parecer todo es pasajero. Por eso Curicó se merece un paseo peatonal por ejemplo en calle Arturo Prat, que tenga una fuerte inversión, con un copamiento importante, iluminado, que funcione de noche y con un sistema de seguridad que atraiga a la inversión y sea parte del atractivo turístico.
Si bien el discurso hoy en día, a nivel administrativo, tiene tintes de querer erradicar el comercio ambulante, lo cierto que este ha doblado la mano a todas las intervenciones, sencillamente porque no es una política sostenida en el tiempo, con un comercio que contó con la venia municipal, que creció desenfrenadamente y que hoy ya no se puede controlar.
Si lo llevamos al turismo, hoy no es un atractivo invitar a un amigo a conocer el centro de Curicó, salvo cuando se hace la Fiesta de la Vendimia de Chile, que resulta ser un total colapso por las aglomeraciones. Así también los espacios destinados al esparcimiento infantil, en áreas verdes están destruidos o sin mantenimiento. Asimismo, no hay vida nocturna. Si uno recorre la zona céntrica desde las 20:00 horas en adelante, prácticamente está todo apagado y cerrado, sin puntos de reunión o esparcimiento donde las personas puedan distraerse de la vorágine diaria.
Hoy el centro de Curicó está en un estado deplorable y necesita un fuerte impulso en lo económico. El comercio ambulante no es equitativo con el establecido a nivel local, porque tiene costos asociados que lo someten a una competencia desleal.
Es importante que la actual administración -cuando finalice-, ojalá, deje un plan de desarrollo potente y sostenible en el tiempo. Pero antes, debe si o si haber un pacto entre la ciudadanía y las autoridades, guiado por un plan de reactivación entre todas las fuerzas políticas y sociales, algo que traspase de una administración a otra, y que perdure los próximos 30 años.
A nivel regional, Talca está llevando la batuta de las inversiones y gestión de los espacios públicos. Es de esperar que la voluntad política encuentre un o una líder, que vuelva a incentivar el crecimiento de Curicó y que este buen ejemplo se replique en otras comunas.
El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de VLN Radio.
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