Carabineros: Los datos matan relatos

09 de Abril del 2023 · 18:11

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de VLN Radio.

Carabineros: Los datos matan relatos
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Tres mártires de Carabineros en tan solo 23 días, triste récord que enluta al país. Todo en medio del debate más álgido que Chile ha tenido sobre seguridad, solo visto en los primeros años del retorno de la democracia, cuando en aquel entonces, el presidente Aylwin tuvo que aumentar la masa crítica de nuevos Carabineros, para contener una ola de delincuencia, hasta entonces inédita.

Hoy la delincuencia es violenta, extendida y descarada. En toda reunión de barrio, el tema prioritario es uno solo, “la delincuencia nos tiene tomado el barrio”, así rezan los latos y generalizados reclamos vecinales. Y todo reclamo, viene con petición y esta es una sola, “queremos más Carabineros”. Así, tal cual lo lee, las y los vecinos no exigen más concejales, ni más parlamentarios ni más presidentes. Ellos perciben que solo tendrán más seguridad y defensa, de la mano de un policía.

¡Reformemos Carabineros, mejor disolvamos Carabineros!

Mientras la ciudadanía exigía y valoraba la acción policial, cierta clase política ligada la extrema izquierda, desde 2019 se dedicó sostenidamente a descreditarla, levantar falsas acusaciones, insultarla,  venerar al “matapacos” y como olvidar el horroroso insulto del 8M de 2020, cuando cientos de mujeres le gritaron a su propio género uniformado, “Pu…., ma……, pero jamás paca”.  De eso hay largo historial de tuits y posteo, imborrables y que son fiel testimonio histórico del sentir de varios actuales líderes.  Así las cosas, lograron instalar el discurso de reformar y disolver Carabineros, el que tuvo su clímax en la fallida propuesta constitucional. Con toda esta avalancha de descrédito, el resultado era predecible,  funcionarios policiales dejando las filas en busca de otras oportunidades laborales, baja interés en ingresar a las filas; y por cierto una evidente incomodidad e inseguridad en el quehacer diario.

Lógico, ¿cómo se sentiría usted?, si su jefe llevara años diciéndole que pronto su puesto de trabajo será drásticamente modificado o eliminado, sin darle exactitud ni certezas del supuesto cambio.  Podemos concluir con meridiana certeza, que usted sentiría que el ambiente laboral no está para ganarse un premio del tipo “The best place to work” (El mejor lugar para trabajar).

Ahora apoyamos a Carabineros… casi todos

Hoy, con el peso de la cruda y aplastante realidad, las fuerzas políticas por fin se activaron en dos temas relevantes, el primero dar un respaldo a Carabineros, relevar su rol, y sin complejos reconocer que tienen el legítimo y exclusivo uso de las armas para la defensa de la ciudadanía. Y segundo, la clase política ha operativizado esto a través de leyes que restituyen la acción policial, y reinterpretan la legitima defensa privilegiada, todo en el marco del pleno respeto de los DDHH.

Lo anterior, con un esperado cambio y cierto liderazgo del presidente Boric, que por cierto se “celebra” y se agradece.

Sin perjuicio de ello, no todos sus aliados están en la misma senda. Persisten aquellas fuerzas de izquierda, que simplemente no creen en estas policías y para ellas siempre serán los “pacos represores”, y “una policía corrupta”. Evidentemente, esto ya no lo dicen, y muchos se han apurado a borrar sus antiguos tuits y otros posteos en redes sociales.

Y como ya no pueden sostener sus argumentos, ni menos contradecir al 95% de pueblo chileno, que sí quiere más Carabineros empoderados y respaldados, salen en los medios de comunicación, con novedosas tesis y falsos argumentos, tales como “no más armas, más entrenamientos, más capacitación para Carabineros, más tecnología y más cursos de inteligencia”. Como dando a entender que Carabineros fuese una institución aficionada, poco formal y casi un grupo de amigos que van a jugar a ser policía, y a la semana le entregan una placa, un arma y salen a la suerte de Dios a la calle.

No son “pacos”, son Carabineros

Analicemos esta supuesta poca preparación que algunos(as) parlamentarios sacan a colación para justificar sus votos en contra de las leyes que dan más atribuciones a las policías:

“Poca preparación”. Un oficial estudia 8 semestres (cuatro años) para egresar como tal, y para cada ascenso debe dar un examen, estudios que duran todo un año, de lo contrario no asciende de grado. Para ascender al grado de coronel, aquellos oficiales de alto grado deben ir a la Academia de Ciencias Policiales, por otros 4 semestres (2 años). Total de estudios, 6 años más exámenes durante toda una carrera.

Veamos el caso de un Carabinero “de a pie”, considerado el amigo del barrio, el que todos respetan y agradecen, pues bien, para llegar a ser ese Carabinero, deben estudiar 4 semestres (dos años) y para ascender de grado, deben dar un examen, el que dura un año entero. Y si este amigo de todos quiere seguir creciendo, al grado de Cabo 1º debe ingresar a la Escuela de Suboficiales por otros 4 semestres (otros dos años más). Total de estudios, 4 años más exámenes durante toda su carrera.

“A Carabineros le falta tecnología”, rezaba por una radio una diputada maulina. Veamos este punto.  Carabineros cuenta con el Departamento de Tecnología de la Información, uno de los más avanzados de Latino América, a tal punto que desarrollan sus propios softwares de gestión policial, lo que ha permitido hace años dejar de externalizar el servicio, ahorrando millones pesos al Estado y un ejemplo de tecnología policial latinoamericana.

“Les falta mayor capacidad de inteligencia”. Veamos, sumado a largo esfuerzo de estudios durante toda una carrera, los policías que quieren ser parte del OS9 y OS7 (investigación criminal y drogas) deben asistir a la Escuela de Especialidades a cursar 2 semestres (un año). A todo lo anterior, sumar que constantemente cada Carabinero debe aprobar cursos de DDHH, primeros auxilios y defensa personal entre otros.

A las luces de estos datos, Carabineros es una institución profesional y preparada, más allá del discurso simplista y poco fundado de algunos(as) parlamentarios(as). ¿Pueden más? Es evidente que sí, pueden adecuar cursos, modernizarlos, establecer nuevas materias y técnicas policiales. Pero lo que realmente necesita nuestra policía uniformada, es que con urgencia le devuelvan su parque rodante, dotar de armas no letales intermedias, mejores materiales, dignos cuarteles y condiciones adecuadas para desarrollar su labor. Pero por sobre todo, ellos requieren de mucho apoyo, atribuciones adecuadas a las normas y de una tonelada de respeto, ese que se sienten en cada junta de vecinos y en cada barrio que vsistan.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de VLN Radio.

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