La concejala por Curicó, Paulina Bravo (Radical), regresó a sus funciones en el Concejo Municipal este martes, participando en una sesión extraordinaria a tan solo una semana del nacimiento de su primer hijo, Ian.
La edil enfatizó su compromiso con la comunidad, declarando que tener un hijo "no es impedimento para seguir trabajando".
Bravo también abordó las críticas que a menudo enfrentan las mujeres en el ámbito laboral y personal: "De repente a las mujeres se nos critica mucho, pero cada una es libre de hacer lo que quiera con su vida", señaló, añadiendo que su elección de volver al trabajo se debe a un compromiso con los ciudadanos que la eligieron.
El pequeño Ian nació por cesárea el pasado 5 de junio en el Hospital Provincial de Curicó. La concejala detalló su rápida recuperación: "Lo tuve el jueves 5 y me dieron de alta el sábado. Llegué a la casa, y después de una semana volví a hacer clases". Asimismo, mencionó que tanto ella como su bebé siguen una dieta vegetariana.
La asistencia de Paulina Bravo al Concejo Municipal también coincidió con su cumpleaños, lo que le valió una doble felicitación por parte de sus colegas.
La concejala expresó su gratitud por el cariño recibido: "Se agradece tanto amor, porque dentro de la maternidad las hormonas están revolucionadas. Estas muestras de amor reconfortan el alma y eso es rico", finalizó.
Cabe señalar que a diferencia de los funcionarios públicos, los concejales (autoridades electas) no se rigen por el estatuto del Código del Trabajo en su función municipal. A no ser que extiendan una licencia médica, lo que no fue el caso de la edil Paulina Bravo.
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