Sillón sexual, piscina y asados: Gendarmería llama a terminar con “privilegios” de los presos mapuche en Angol

Tras el secuestro de tres funcionarios en dicha cárcel, se encontraron varios elementos fuera de normativa, incluyendo un “sillón sexual”.

12 de Mayo del 2023 · 18:19
Sillón sexual, piscina y asados: Gendarmería llama a terminar con “privilegios” de los presos mapuche en Angol
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Comuneros mapuche que se encuentran presos en la cárcel de Angol han sido denunciados por disfrutar de privilegios como un "sillón sexual", una piscina, asados y un escaso control de las visitas. Según los gendarmes de la institución, exigen que se ponga fin a estos privilegios y que estas personas cumplan con las mismas medidas que el resto de la población penal.

El pasado domingo, esta cárcel vivió un momento de violencia cuando reos del mencionado módulo, molestos por la suspensión de las visitas debido a las elecciones de consejeros constitucionales, tomaron como rehenes a tres gendarmes. Este incidente está siendo investigado como un posible delito de secuestro.

De acuerdo con los gendarmes de la cárcel, los eventos ocurridos durante el fin de semana solo confirman que estos internos "sienten que están por encima de la ley". Además de su actitud desafiante, poseen artículos y disfrutan de beneficios que están fuera de las regulaciones penitenciarias.

Los funcionarios revelaron que el domingo se encontró un "diván tántrico" o "sillón sexual" en uno de los dormitorios del recinto, un espacio designado para que los reos reciban a sus parejas.

A esto se suma la presencia de una piscina portátil, utilizada por los internos para recibir la visita de sus hijos en días de calor, así como la introducción de corderos y reses enteras para realizar asados.

Además, la cárcel cuenta con un horario de cierre más tarde que otros penales del país y se ha detectado una falta de control en las visitas.

Un gendarme informó a La Tercera PM que los visitantes de los internos ingresaban sin registro corporal, sin límites para las encomiendas, lo que permitía el ingreso de alimentos, bebidas energéticas, herramientas y otros elementos en grandes cantidades.

El funcionario afirmó: "No había ningún control en el uso del espacio para recibir visitas, lo usaban cuando querían. Son los únicos que tienen agua caliente en sus duchas y, obviamente, no se les cobra. Incluso tenían una piscina portátil de esas que se compran en el comercio, la cual llenaban con agua de la unidad".

Otro trabajador de la cárcel de Angol acusó que los reos no tienen respeto por el personal y que para ingresar a su módulo "había que pedirles permiso a ellos, lo que es insólito".

Debido a estas situaciones, y con el detonante del secuestro de los tres gendarmes, se ha solicitado que estos internos mapuche, alojados en el módulo F, sean sometidos a las mismas medidas que el resto de la población penal.

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