Con el sonido de las sirenas y la tradicional campana, la comunidad de Radal Siete Tazas participó en un simulacro masivo de actividad volcánica. El ejercicio abarcó tanto a los residentes como a los alumnos de la Escuela Radal, quienes fueron guiados por personal de la posta local y docentes hacia un punto de encuentro en el retén fronterizo.
Tras recibir la alerta del Sistema de Alerta de Emergencias (SAE), los lugareños comenzaron a desplazarse hacia la zona segura, seguidos por un importante contingente de funcionarios municipales, del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), personal de salud, Bomberos, Carabineros, PDI, Defensa Civil y la Delegación Presidencial.
El alcalde de Molina, Felipe Méndez, calificó la participación de la comunidad como "bastante adecuada" y destacó el trabajo previo realizado con la junta de vecinos. "La evaluación es positiva y este ejercicio nos sirve para ir mejorando", señaló.
Por su parte, Valerie Coffin, jefa de Gabinete de la Delegación Presidencial de Curicó, explicó que el despliegue, el primero en más de seis años, dejó valiosas lecciones. "Seguramente, cuando tengamos una emergencia real, no habrá una fecha designada... es necesario que toda la comunidad y las autoridades podamos entender cómo funciona", afirmó.
Entre los participantes destacó el caso de Celestina Rioseco, quien a sus 87 años evacuó desde el sector El Toro hacia el retén policial. "Mi hijo me sacó en la silla de ruedas y me anduvo trayendo en brazos. Esto es una preparación para todos nosotros", aseguró la vecina.
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