Este domingo, la gobernadora regional del Maule, Cristina Bravo, se dirigió hasta el Puente Tres Arcos de Linares junto a la ministra de Obras Públicas, Jéssica López y otras autoridades regionales donde se reabrió el viaducto que perdió su terraplén, tras la crecida del Río Ancoa durante el último sistema frontal.
El daño, que dejó a 20 mil personas aisladas, fue reparado por la Dirección Regional de Vialidad para retomar el tránsito vehicular y recuperar la conectividad.
Los damnificados, indicó Bravo, “se encontraban aislados en los cajones del Achibueno y el Ancoa. Pese a la habilitación del puente, aún tenemos familias que tienen sus casas inundadas, y los vecinos le están planteando a la ministra que es fundamental hacer un enrocado, de al menos 500 metros ya que esta es la segunda vez que les pasa lo mismo”.
“Ellos construyeron con todos los permisos municipales, tienen sus casas inscritas en el Conservador de Bienes Raíces. Entonces, quieren saber si definitivamente se van a poder quedar aquí para contar con esa defensa o si no, van a tener que buscar donde poder vivir”, apuntó la gobernadora.
Sobre las ayudas para la región, la autoridad comentó que “estamos trabajando en distintos programas desde el Gobierno Regional, pero lamentablemente no son rápidos, no vamos a llegar antes de 120 días con ayuda”.
“Pero igual estamos trabajando en un proyecto que lo está revisando Contraloría, este irá en directo beneficio de nuestros agricultores, pero también para los emprendedores del turismo. Vamos a seguir trabajando en los distintos frentes, tenemos que rehabilitar la agricultura pero también tenemos que hacernos cargos de los emprendedores turísticos, que hoy día están en el suelo”, señaló Bravo.