Informe de consultora Valgesta revela que solo 2 de los 110 millones de dólares fueron cargados a las boletas.

La empresa atribuye la diferencia en la facturación a un consumo subestimado en la boleta de julio, a lo que se sumó el fin de un subsidio y el aumento de la tarifa.

La medida afecta a más de 141 mil clientes de las regiones de O’Higgins y Maule, luego de que la empresa distribuidora terminara el contrato con la proveedora de este servicio.

Autoridades regionales y comunales se refirieron a la instrucción de la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) a la CGE para abstenerse al cobro del ítem "Consumo No Registrado", hasta que se aclare el gasto real de los consumidores.

La Superintendencia de Electricidad y Combustibles tomó la decisión, tras detectar inconsistencias en la información entregada por la empresa distribuidora.

Pedro Álvarez-Salamanca calificó la situación como una “injusticia”, ya que la región es una de las principales zonas generadoras de energía del país.

Los abogados Pablo Fuenzalida y Luis Espinoza anunciaron que representarán a los afectados por las alzas indiscriminadas en las cuentas de electricidad. En pocas horas, más de mil personas se sumaron a la iniciativa, buscando presionar a la empresa por una solución.

La empresa lamentó las molestias y señaló que, tras la finalización del contrato con una empresa lectora, se realizaron estimaciones que subestimaron el consumo de julio.

El director regional de la SEC, Vicente Marinkovic, reconoció un aumento general, pero señaló que, en muchos casos, el alza en las boletas se debe a un mayor consumo de los clientes. En una cita con manifestantes en la plaza de armas de Curicó, la autoridad fue emplazada.

Víctor Martínez, dueño de un local ubicado en calle Peña, señala que el aumento en su caso ha sido de un 2300%, lo que calificó como "un robo".