Tipos de zapatos de seguridad: protección adecuada para cada trabajo

No todos los trabajos son iguales, por eso existen distintos tipos de zapatos de seguridad. Elegir el modelo correcto es clave para prevenir accidentes y cuidar la salud en el entorno laboral.

12 de Junio del 2025 · 01:44
Tipos de zapatos de seguridad: protección adecuada para cada trabajo
Archivo

Cuando se trata de proteger los pies en entornos laborales, los zapatos de seguridad son un elemento esencial. Más allá de ser una exigencia en muchas empresas, representan una barrera de protección vital ante riesgos como caídas de objetos pesados, materiales punzantes, superficies resbaladizas o temperaturas extremas. Sin embargo, no todos los modelos cumplen la misma función, ya que cada uno está diseñado para enfrentar distintos tipos de peligros y condiciones de trabajo.

En el mercado existen diversos tipos, cada uno con características específicas según la actividad que se realice. Por ejemplo, en la construcción es común el uso de calzado con punta de acero, ya que protege los dedos frente a impactos fuertes. Estos zapatos son robustos y resistentes, ideales para obras donde se manipulan materiales pesados y herramientas.

Por otro lado, en industrias como la eléctrica o electrónica, se requieren modelos con propiedades dieléctricas. Este tipo de calzado aísla al trabajador de descargas eléctricas accidentales, lo cual es fundamental cuando se trabaja cerca de cables, tableros o maquinaria energizada. Son fácilmente identificables por su suela especial, que no conduce electricidad.

También están los zapatos de seguridad con suelas antideslizantes, que se recomiendan en lugares donde el suelo suele estar húmedo o aceitoso, como cocinas industriales, hospitales o laboratorios. Estos modelos ayudan a prevenir caídas y accidentes, uno de los tipos de lesiones laborales más frecuentes. Algunas versiones incluso incorporan suelas resistentes a sustancias químicas.

En el área agrícola o minera, es común optar por botas de seguridad de caña alta, hechas de materiales impermeables o resistentes a condiciones extremas. Estas protegen no solo el pie, sino también el tobillo y parte de la pierna, lo que resulta útil ante riesgos como mordeduras de animales, barro, agua, productos químicos o golpes.

Hay también zapatos con características ergonómicas, especialmente pensados para quienes pasan muchas horas de pie o recorren largas distancias durante su jornada. Estos modelos combinan la protección tradicional con plantillas acolchadas, buena ventilación y materiales livianos. Son ideales para bodegas, aeropuertos, centros logísticos y retail, donde se privilegia la movilidad sin perder la seguridad.

Otra categoría importante son los zapatos femeninos, diseñados con hormas más ajustadas y un enfoque estético sin sacrificar protección. Estos modelos han ganado popularidad a medida que más mujeres ingresan a rubros tradicionalmente masculinos, y exigen equipamiento adaptado a sus necesidades.

Al momento de elegir un par, es fundamental revisar las normas de certificación. En Chile, por ejemplo, los zapatos de seguridad deben cumplir con las especificaciones del Instituto Nacional de Normalización (INN) o equivalentes internacionales. Esto garantiza que el calzado ha sido sometido a pruebas rigurosas y ofrece el nivel de protección prometido.

Es importante también considerar el tipo de superficie sobre la que se caminará, las condiciones climáticas del entorno y la duración de la jornada laboral. Algunos trabajos requieren calzado con ventilación para evitar la sudoración excesiva, mientras que otros necesitan impermeabilidad total para enfrentar ambientes húmedos o fangosos.

Además, muchas empresas actualmente optan por renovar periódicamente los zapatos de seguridad de sus trabajadores, ya que el desgaste reduce su efectividad con el tiempo. Aunque un zapato pueda lucir bien por fuera, su estructura interna -como la punta protectora o la suela- puede haberse deteriorado sin ser evidente.

Todo sobre Contenido Patrocinado

Lo último