Crisis de la Educación Chilena

Tanto las buenas políticas públicas rechazadas en el Congreso, como los más de 1.000 cupos disponibles en los Liceos Emblemáticos de Santiago, dan cuenta de un daño progresivo en la educación chilena. Hace cinco años, la existencia de más de 350 vacantes en el Instituto Nacional parecía inconcebible. Hoy es una realidad.

Las ineficientes reformas educacionales, la violencia y vandalización estudiantil, las tomas y paros, la politización de los colegios y la falta de una constante capacitación a los docentes son algunas de las causas de esta problemática. Sin embargo, aquellos actores políticos responsables de brindar una solución a este asunto han mostrado un bajo compromiso con esta posibilidad rechazando, por ejemplo, un proyecto de ley en 2019 que buscaba el financiamiento del Kinder obligatorio. Como consecuencia de ello, sólo dos años después más de 8.500 niños de Pre-Kinder y Kinder abandonaron el sistema educativo.

La falta de visión de Estado es sin duda lo que ha impedido reflexionar y actuar en base a la situación actual del país, sacrificando las reales necesidades educativas por caprichos ideológicos. Esta visión es esencial para desarrollar la capacidad de anticipar cambios, identificar oportunidades y desafíos, y tomar decisiones coherentes y acertadas. En resumen, es la habilidad de ver más allá de lo inmediato, más allá de nuestras propias narices y guiar las acciones hacia un futuro deseado y posible. Habilidad que la izquierda carece.

Como ciudadanos nuestra responsabilidad es precisamente no votar por aquellos candidatos que destruyendo la educación Chilena, destruyen los sueños y el futuro de Chile.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de VLN Radio.