La justicia argentina ordenó la libertad de 103 ciudadanos chilenos y un argentino que habían sido detenidos tras los graves incidentes entre hinchas de la U. de Chile e Independiente. La liberación se concretó gracias a las gestiones de la concesionaria Azul Azul y la Embajada de Chile en Argentina.
La madre de un hincha molinense, quien se encontraba en el estadio, expresó su alegría por la noticia, afirmando que su hijo, de nombre Bastían, "fue recogido por amigos" y podría regresar a Chile durante esta jornada. "Salió medio desorientado y nervioso. Se supone que tienen que volver a la comisaria a recuperar sus pertenencias. De ahí, podrían volver a Chile", dijo.
La mujer aseguró que "pudo dormir más tranquila" tras recibir la noticia, aunque sostuvo que el relato de su hijo habla de muchos golpes recibidos en su cuerpo. "No quiso contar tanto detalle, pero decía que lo habían golpeado harto", relata.
El abogado y director de Azul Azul, José Ramón Correa, quien se encontraba en Buenos Aires, criticó las condiciones de detención, calificándolas de “ilegítimas” y denunciando el "hacinamiento y la falta de alimento y atención médica".
A través de su cuenta de X, el presidente Gabriel Boric celebró la noticia, afirmando que continuarán "trabajando para erradicar la violencia en los estadios y a la vez defendiendo los derechos de los compatriotas".
Por ahora, la justicia argentina continúa con las indagatorias del hecho, afirmando que están en la búsqueda de los responsables.
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