Extrabajadores del Centro CEA Curicó desmienten "renuncia voluntaria" y denuncian despidos injustificados

Los funcionarios acusan que, en lugar de una explicación formal, fueron objeto de "humillaciones, burlas hacia nuestro trabajo y hacia el vínculo que habíamos construido con los niños".

24 de Junio del 2025 · 16:03
Extrabajadores del Centro CEA Curicó desmienten "renuncia voluntaria" y denuncian despidos injustificados
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En respuesta a las recientes declaraciones públicas del alcalde de Curicó, George Bordachar, sobre la situación del Centro de Estimulación al Neurodesarrollo Infanto-Adolesiente (Centro CEA Curicó), un grupo de trabajadores desvinculados ha emitido un comunicado anónimo para aclarar los hechos, negando haber abandonado sus funciones o renunciado voluntariamente.

Los exfuncionarios detallan que, meses antes de las desvinculaciones, solicitaron una reunión formal con el departamento de UGC (Unidad de Gestión del Cuidado) para exponer "situaciones graves relacionadas con el ambiente laboral, el trato por parte de la dirección técnica y condiciones que afectaban tanto a los profesionales como a los usuarios del centro".

Aseguran que en esa instancia, UGC les garantizó que sus puestos de trabajo no estaban en riesgo y que podían hablar con total tranquilidad. Resaltan un hecho clave: fueron cinco los funcionarios que hablaron en esa reunión, y los mismos cinco fueron los posteriormente despedidos.

La desvinculación, según el comunicado, fue notificada de manera inesperada el lunes 2 de junio por la tarde, a través de un correo electrónico. Los afectados afirman que no se entregaron fundamentos claros ni se respetó el derecho básico a defensa.

La situación se agravó el martes 4 de junio, cuando personal de la UGC se presentó en el Centro CEA con el supuesto objetivo de entregar los argumentos de los despidos. Sin embargo, los ex trabajadores denuncian que, en lugar de una explicación formal, fueron objeto de "humillaciones, burlas hacia nuestro trabajo y hacia el vínculo que habíamos construido con los niños". Califican la reunión como "profundamente violenta a nivel emocional".

Como consecuencia directa de este trato, dos compañeras que ya habían sido desvinculadas decidieron presentar su renuncia formal ese mismo día, encontrándose emocionalmente colapsadas y vulnerables. Este proceso les significó la pérdida de derechos laborales, como vacaciones ya solicitadas y no tomadas.

A pesar del ambiente hostil, algunos profesionales continuaron asistiendo a sus labores mientras les fue posible. Sin embargo, con el paso de los días, varios debieron hacer uso de licencias médicas debido al impacto emocional de la situación y el ambiente generado. Afirman que se les limitaron tareas básicas, se prohibió el contacto con apoderados y la libre comunicación, y se instaló un ambiente de constante vigilancia. Actualmente, solo permanece en funciones 1 de los 5 funcionarios despedidos, junto al personal que quedó, hasta cumplir su fecha de desvinculación.

Los extrabajadores rechazan tajantemente la versión oficial que indica que dejaron sus cargos sin aviso. Reiteran que la desvinculación fue una decisión unilateral, sin evaluaciones objetivas ni sustento técnico. Más grave aún, señalan que "al menos dos de las desvinculaciones habrían sido influenciadas por personas ajenas al centro y al Departamento de Salud", calificando esta situación como "completamente irregular e improcedente".

Esta declaración,  busca ser un "testimonio firme para que la comunidad conozca lo que realmente ocurrió".

Finalizan afirmando que su objetivo no es la venganza ni el protagonismo, sino la "justicia, respeto por nuestra labor y, sobre todo, por los niños del Centro CEA, quienes merecen un entorno estable, profesional y humano".

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