Este martes, la ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá, entregó un nuevo balance del sistema frontal que afecta a la zona centro-sur del país, donde lamentó el fallecimiento de un hombre de 86 años en Coihueco, región de Ñuble, quien al parecer cayó a un estero.
Este fue el tercer fallecimiento desde el fin de semana, sumándose a la muerte del voluntario de Bomberos que quiso rescatar un animal en Cañete y el conductor de un vehículo en la Ruta de la Madera, quien perdió la vida al caerle un árbol encima.
La ministra Tohá también informó que desde la noche “hemos tenido un incremento bastante importante de centros de salud que están afectados, hemos pasado de 3 a 17 (dos en la región de O’Higgins y 15 en Maule)".
Además, durante la noche se desarrollaron cinco alertas SAE en las regiones de O’Higgins y Maule.
“Hoy debieran bajar las lluvias, la intensidad hoy día es mucho menor, sin embargo, tal como advertimos al inicio de este sistema frontal, como estas lluvias están aconteciendo encima de otras de los días previos, igualmente pueden causar una gran afectación que sean muy intensas”, indicó la autoridad.
En la jornada actual, las regiones de Valparaíso y Metropolitana serán las únicas que experimentarán lluvias más intensas, aunque se espera que no alcancen la magnitud de las ocurridas en las regiones de Maule, O’Higgins, Ñuble y Bío Bío.
“Se espera que esas lluvias puedan tener afectaciones, pero en ningún caso de la magnitud que vimos en las regiones de Maule, de O’Higgins, de Ñuble y Bío Bío”, manifestó la secretaria de Estado.
El balance actual del sistema frontal muestra que hay 4.288 personas damnificadas y 852 albergadas en 49 refugios distribuidos en las diferentes regiones afectadas.
“Durante las jornadas de estos temporales, se han desarrollado 96 rescates con helicóptero, y desde ayer el Presidente de la República instruyó que se declarara Estado de Emergencia de Catástrofe entre O’Higgins y Bío Bío”, recordó Tohá.
Asimismo, la autoridad explicó que “este Estado de Catástrofe está previsto para siete días, pero a él se suma la declaración de Zona de Catástrofe, son dos instrumentos distintos. Y la Zona de Catástrofe tiene una aplicación de doce meses, y es lo que permite activar modalidades excepcionales para desarrollar los procedimientos administrativos, para movilizar los recursos, y para enfrentar, primero, la emergencia, y después todas las tareas propias de atender, dar las primeras ayudas, y después dar inicio al proceso de reconstrucción”.