El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes una orden ejecutiva mediante la cual el país se retira del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y suspende la financiación destinada a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés). La medida fue anunciada antes de su reunión en la Casa Blanca con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Antes de rubricar la orden, Trump declaró a la prensa en la Casa Blanca: “Siempre he sentido que la ONU tiene un enorme potencial, pero no está cumpliendo con él en este momento. Durante mucho tiempo ha sido ineficaz. Hay grandes esperanzas en ella, pero, para ser honesto, no está bien gestionada”.
A través de un comunicado, la Casa Blanca señaló que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU “ha demostrado un sesgo constante contra Israel” y ha permitido que países como Irán, China y Cuba lo utilicen para “protegerse a sí mismos a pesar de sus graves violaciones y abusos contra los derechos humanos”.
El documento también argumenta que “varios organismos de la ONU han mostrado un profundo sesgo antiestadounidense”, lo que motivó la decisión de retirar al país del organismo y congelar los fondos destinados a la UNRWA, entidad que asiste a más de cinco millones de refugiados palestinos.
Además, la orden instruye al secretario de Estado a realizar una revisión y presentar un informe sobre diversas organizaciones internacionales, convenciones o tratados que, según la administración, fomenten “sentimientos radicales o antiestadounidenses”. En este contexto, el documento menciona expresamente a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como una de las instituciones que requieren una “revisión acelerada”.
Desde su regreso a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, Trump ha ordenado que Estados Unidos abandone la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Acuerdo de París sobre el clima, retomando decisiones similares adoptadas en su primer mandato.
Es importante señalar que este no es el primer conflicto entre Estados Unidos y el consejo. Durante su primera administración, Trump ya había ordenado la salida del país de dicha instancia, en respuesta a lo que la Casa Blanca describió como “un sesgo contra Israel”. Asimismo, en ese período suspendió la financiación a la UNRWA, condicionando su restablecimiento a que los palestinos reanudaran las negociaciones de paz con Israel.
En ese entonces, Nikki Haley, embajadora de Estados Unidos ante la ONU, calificó al consejo como “una poza de sesgo político”, argumentando que algunos de sus miembros, como el Congo, Irán y Venezuela, incurrían en abusos contra los derechos humanos.
Como parte de sus compromisos de campaña, el expresidente Joe Biden reincorporó a Estados Unidos al consejo, aunque en octubre del año pasado decidió no postularse para la reelección.
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