En el apacible escenario de Tres Esquinas, Chile, la "chanchera" de Agrícola Jacques y Lorenzini ha perturbado la tranquilidad rural desde 1968. Sin calificación ambiental, la planta enfrenta graves cargos tras denuncias por malos olores y moscas. Criando más cerdos de los permitidos, la empresa ahora arriesga multas millonarias o incluso el cierre. A pesar de un plan de cumplimiento, la comunidad y autoridades dudan de su eficacia, abogando por el cese de operaciones en Tres Esquinas.