El legado oculto de la independencia de Chile: La Hacienda Quechereguas y su vínculo con Bernardo O’Higgins
Chile conmemora este miércoles 20 de agosto una fecha marcada en su historia. En este día, pero de 1778, nacía el llamado padre de la patria, un militar que es considerado uno de los personajes más relevantes en la historia nacional, por su rol en la independencia y que ejerció como director supremo entre 1817 y 1823.
En el marco de un nuevo aniversario del natalicio de Bernardo O'Higgins Riquelme, es relevante recordar los lugares y hechos que, aunque menos conocidos que las grandes batallas, fueron cruciales en el proceso de independencia de Chile.
Uno de estos sitios es la Hacienda Quechereguas de Molina, un lugar que tuvo una importancia estratégica y un vínculo personal con el Padre de la Patria, poco estudiado y valorado.
Quechereguas: Más que un Campo de Batalla
Las ruinas de las antiguas casonas de la Hacienda Santa María de Quechereguas se encuentran al poniente del antiguo Camino Real que une Molina con Casa Blanca y Lontué. La etimología de "Quechereguas" proviene del mapudungún, de los vocablos "Quechu" (cinco) y "Rehue" (lugar sagrado), lo que podría significar "cinco lugares sagrados" o "lugar sagrado dividido en cinco sitios ceremoniales".
Un Vínculo Familiar y un Secreto a Voces
Un detalle que ha pasado desapercibido en la historia es la relación entre la familia O'Higgins y la hacienda de Quechereguas, lo que podría explicar el particular aprecio que el Padre de la Patria sentía por el lugar o al menos que da cuenta que conocía perfectamente el sector.
El historiador talquino Guillermo Feliú Cruz asegura que las construcciones de adobe datan de 1772, lo que las hacía muy sólidas. Estas estructuras brindaban una "verdadera fortificación" que era codiciada por ambos ejércitos, patriotas y realistas, debido a su ubicación estratégica para detener los avances desde Talca hacia Santiago, algo que sin duda O’Higgins conocía.
Pero, ¿Cómo llegó a este nivel de conocimiento de Quechereguas el padre de la Patria?
Durante el período de la Patria Vieja, la hacienda era propiedad de Juan Manuel de la Cruz Bahamonde, un caballero talquino que, aunque se mostraba como un partidario del Rey, podría haber apoyado la causa independentista de manera anónima o clandestina como muchos hacendados de la época.
El fundador de la familia Cruz Bahamonde en Chile fue el capitán de marina Giovanni della Croce Bernardotte, quien llegó en 1743 como parte del ejército del Rey de España. Tras establecerse en Chile, su nombre se castellaniza y pasa a conocerse como Juan de la Cruz y Bahamonde. Uno de sus hijos, Nicolás de la Cruz y Bahamonde, fue amigo personal de Ambrosio O'Higgins el entonces Gobernador de Chile, que llegó a ser Virrey.
En el marco de esa confianza y cuando Ambrosio embarazó a Isabel Riquelme y tras el nacimiento y primeros años de Bernardo o el “Guacho Riquelme” como despectivamente se le conocía, Nicolás se convirtió en el tutor del joven Bernardo O'Higgins durante sus años de permanencia en Europa luego que Don Ambrosio lo enviara al viejo continente para educarlo.
Nicolás de la Cruz y Bahamonde (1757-1828) fue una figura influyente en su época. Nacido en Talca, se trasladó a España donde desarrolló una exitosa carrera como comerciante, militar y coleccionista. Su amistad con Ambrosio O'Higgins fue clave para que se convirtiera en el tutor del joven Bernardo durante sus estudios en Cádiz y Londres.
La relación de Nicolás con Bernardo fue compleja y se vio tensada por la actividad revolucionaria del joven. Aunque Nicolás era un hombre de la élite colonial y un partidario de la Corona española, su papel como tutor lo puso en una posición delicada. Ambrosio O'Higgins le pide a Nicolás que echara a su hijo de su casa, debido al riesgo que implicaba la cercanía de Bernardo con Francisco de Miranda y las ideas revolucionarias que se fraguaban en Europa de la mano de la Masonería.
La influencia de Francisco de Miranda en Bernardo O'Higgins es un punto crucial para entender esta parte de la historia. Se sabe que Miranda, una figura revolucionaria venezolana, es considerado por muchos como el principal promotor de la masonería en América Latina. Durante su estancia en Londres, donde vivió por más de una década, fundó la sociedad secreta "Gran Reunión Americana", la cual tenía como objetivo la independencia de las colonias españolas.
Esta logia "Gran Reunión Americana" fue el organismo precursor de las llamadas Logias Lautarinas, fundadas en Buenos Aires, Chile, y Perú. Estas logias no eran de carácter puramente masónico, sino que tenían un fuerte componente político y militar, actuando como centros de conspiración y coordinación para la causa independentista. La Logia Lautaro de Chile, a la que se cree que O'Higgins perteneció, fue fundamental en la organización del movimiento patriota.
Según la historia, Ambrosio O’Higgins perdió todo su poder justamente cuando se conoce que su propio hijo era uno de los caudillos de la revolución independentista de América.
A pesar de este conflicto, existen dos teorías que difícilmente se han podido comprobar. Una es que la familia De la Cruz Bahamonde, al igual que otras familias adineradas del Maule, haya apoyado logísticamente y con recursos a la causa emancipadora, pero en el anonimato para no generar enemistades con la Corona española. Un dato no menor es que después de la independencia, una de las herederas de la familia, María del Tránsito de la Cruz, donó parte de los terrenos al norte de la hacienda Quechereguas para fundar la ciudad de Molina.
Esta primera hipótesis podría explicar por qué Bernardo O’Higgins luchó tanto por mantener Quechereguas.
La otra alternativa es que la familia haya mantenido su lealtad al Rey y que Bernardo simplemente se quiso hacer del lugar para establecer una especie de escarmiento y quizás venganza por su expulsión de la casa de Nicolás en Cadiz.
Un dato que podría reafirmar esta teoría es que Nicolás de la Cruz y Bahamonde recibió el título nobiliario de Conde del Maule concedido por el rey Fernando VII el 9 de abril de 1810. A pesar de los conflictos por la independencia, el título se mantuvo en la familia. La información de la búsqueda confirma que el título sigue vigente en la actualidad, con un descendiente directo de la familia, Juan Carlos Cruz Lindemann, bquien ostenta el título de sexto Conde del Maule. Esto añade un detalle fascinante al relato, conectando a la familia Bahamonde, la Hacienda Quechereguas y la historia de O'Higgins con una herencia nobiliaria que perdura hasta el presente.
Cualquiera que sea la razón, lo cierto es que la Hacienda Quechereguas de Molina tuvo una relevancia importante no solo para Bernardo, sino para todo el proceso de la Independencia, por eso le llamamos el último Bastión Patriota de la independencia.
La Batalla Clave de 1814: El Último Baluarte Patriota
En 1814, con la guerra de la Independencia en pleno apogeo en la región del Maule, la Hacienda Quechereguas se convirtió en el escenario de un combate de gran importancia. José Miguel Carrera, quien había sido reemplazado por O'Higgins como General en Jefe del ejército patriota, escribió desde su cautiverio en su Diario Militar sobre la relevancia del combate de Quechereguas, poniéndolo al mismo nivel que batallas más conocidas como Yerbas Buenas y Lircay. Carrera destaca la "retirada de O'Higgins a las Quechereguas", y el hecho de que, al atrincherarse en la hacienda, se interpuso entre la capital y el ejército español.
Historiadores como Julio Bañados Espinoza y Diego Barros Arana también detallan la relevancia de Quechereguas. Barros Arana relata cómo O'Higgins y su ejército se adelantaron a las tropas realistas de Gabino Gaínza y acamparon en la hacienda, asegurando su camino hacia la capital. O'Higgins, en una junta de guerra, sostuvo que era el "deber de mantenerse en Quechereguas" para evitar que Gaínza tomara la capital.
Las sólidas casas de adobe se transformaron en una verdadera fortificación. Se abrieron "portillos en las paredes convirtiéndolos en troneras para sus cañones", se crearon trincheras con "líos de charqui y las panzas de sebo" de los graneros, y se colocaron fusileros en los tejados.
La batalla del 8 de abril de 1814 resultó en una victoria patriota donde las fuerzas de O'Higgins consiguieron rechazar al enemigo, asegurando la comunicación con Santiago y logrando que el ejército realista se retirara a Talca. Esta ventaja permitió que se gestara el Tratado de Lircay, firmado el 3 de mayo de 1814, el cual estableció una tregua temporal en el conflicto.
El Desafortunado Combate de 1818
Cuatro años después, la hacienda fue nuevamente escenario de un enfrentamiento, esta vez con un resultado diferente. Durante la Reconquista, el 15 de marzo de 1818, el Coronel realista Joaquín Primo de Rivera se atrincheró en las casas de Quechereguas. El general José de San Martín ordenó a Ramón Freire que atacara la retaguardia realista. Freire, con solo 170 jinetes, se enfrentó a 800 soldados realistas y tuvo que retirarse, dejando 17 heridos.
El auxilio que Freire esperaba de Miguel Brayer, quien disponía de 1.500 caballos, nunca llegó. Según un testigo presencial, Brayer estaba "afeitándose delante de un espejito de mano" y se negó a intervenir. Este incidente originó el reemplazo de Brayer y puso en riesgo la independencia. A pesar de ser una victoria realista, Primo de Rivera no avanzó y se replegó.
Cuatro días después, el 19 de marzo de 1818 se produce la batalla de Cancha Rayada donde después de la derrota, San Martín y O'Higgins se pliegan a Quechereguas el día 20 para reorganizar el ejército patriota.
Hoy, la antigua Hacienda Quechereguas se encuentra en ruinas. El "último bastión de la resistencia patriota", un lugar que fue testigo de dos importantes batallas y que tiene un vínculo personal con el Padre de la Patria, amenaza con desaparecer, perdiendo una parte fundamental de la memoria histórica de Chile, salvo que los esfuerzos del municipio de Molina por crear allí un museo, se concreten.