José Antonio Kast, el presidente electo de Chile, declaró este martes su apoyo a una potencial intervención de Estados Unidos en Venezuela, con el objetivo de resolver los “problemas” y “una situación puntual generada por un narcodictador”.

En una conferencia de prensa realizada en Buenos Aires, al ser consultado sobre el tema, el ex diputado respondió: “No nos corresponde a nosotros solucionarlo, pero el que lo haga va a contar con nuestro apoyo”.

Según informó Agencia EFE, Kast añadió: “Yo apoyo cualquier situación que termine con una dictadura, una narcodictadura. Nosotros claramente no podemos intervenir en eso, porque somos un país pequeño, pero somos víctimas del terror que implica tener una dictadura”.

Además, expresó su opinión de que una posible intervención estadounidense en Venezuela podría solucionar “a todo Latinoamérica, a todo Sudamérica, un problema gigantesco, incluso a países de Europa”.

Por otro lado, instó a “todos los organismos internacionales y todos los países que dicen respetar las políticas internas de cada país a cumplir con ese principio”.

“Las reglas internas de Venezuela son claras: hubo una elección democrática y alguien se la robó, y ese alguien es el señor (Nicolás) Maduro. No tiene la legitimidad democrática para ejercer como pseudopresidente de esa nación. Esto requiere un acuerdo internacional, que es evidente. Se robaron una elección. ¿Qué dicen los organismos internacionales?”, agregó Kast.

Kast advierte a Maduro sobre las remesas

Kast también acusó a Nicolás Maduro de impedir el ingreso a Venezuela de los migrantes venezolanos que desean regresar, afirmando que el mandatario prefiere que permanezcan en el extranjero para que sigan enviando remesas. En este sentido, anticipó: “Las remesas de los irregulares no van a llegarle más”.

Esta declaración se produce tras el anuncio de que ha mantenido conversaciones con otros presidentes de la región con el objetivo de crear un “corredor humanitario” para el retorno de migrantes irregulares a sus países de origen.

Durante su campaña, el presidente electo de Chile defendió medidas como la construcción de muros y vallas en las fronteras del país, el uso de la violencia contra el narcotráfico, una reducción millonaria del gasto público y la expulsión masiva de migrantes irregulares que se encuentran en el país.