Un nuevo antecedente marcó un giro en la investigación de la desaparición de la concejala de Villa Alegre, María Ignacia González, cuyo rastro se perdió el 15 de junio en medio de un sistema frontal que afectó a la región del Maule. Este martes, equipos especializados retomaron los trabajos en el río Loncomilla, señalado como el punto cero del caso.
Según se consignó en el lugar, un dron minero detectó una señal metálica bajo el agua, lo que reforzó la hipótesis de que el vehículo de la edil podría encontrarse en el sector.
Ante ello, personal de la PDI, Carabineros y la Fiscalía Regional del Maule desplegó un operativo que incluye tecnología sonar, magnetómetro y maquinaria adaptada para intervenir zonas de difícil acceso.
El trabajo se concentra en el sector de La Balsa, el área donde se trianguló la última ubicación del teléfono de la concejala y por donde habría circulado su automóvil.
Recordemos que en agosto, un dron ya había identificado un objeto a 12 metros de profundidad, sin embargo, no se logró determinar si correspondía a una roca o a una pieza relevante debido a las complejas condiciones del terreno.
Paralelamente, el alcalde de Villa Alegre, Arturo Palma, confirmó que tres funcionarios municipales enfrentan un sumario administrativo porque “accedieron a las cámaras de seguridad sin autorización, lo cual constituye una falta grave”.
Los investigados corresponden al administrador municipal, Rodrigo Cancino, la jefa de Gabinete, Olivia Méndez, y el encargado del sistema de vigilancia.
Con la reducción del caudal del río y la llegada de equipamiento especializado, las autoridades esperan avanzar en la investigación del caso, tras casi siete meses sin resultados concluyentes. Se prevé que durante las próximas horas se entregue nueva información oficial sobre los trabajos en curso.
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