Este lunes se confirmó el sensible fallecimiento en San Clemente de Luisa Bravo Albornoz, quien era considerada la mujer más longeva de Chile con 117 años. a sólo meses de cumplir 118 el próximo 9 de noviembre.

Nacida en 1907 en Pencahue, la vida de Luisa Bravo estuvo marcada por grandes sacrificios. Su hija, Luisa González, relató el profundo pesar que arrastró su madre durante años tras el abandono del padre de sus siete hijos. "Fue una vida muy sacrificada. Con su marido tuvo siete hijos y él nos abandonó cuando éramos chicos. Mi mamá trabajó como hombre, sacando papas, remolacha, nunca nos quiso regalar, siempre nos crió con esfuerzo", señaló Luisa.

Consultada sobre la extensa vida de su madre, su primogénita afirmó que la crianza de campo fue determinante. "Se crió en Pencahue con carne y leche de cabrito. Hacían quesos y todo eso", recordó. Aunque en algún momento tuvo el vicio del cigarrillo, lo dejó para destinar ese dinero al bienestar de sus hijos. "Cuando mi papá nos abandonó se puso a fumar, pero un día, cuando vio que no teníamos que comer, dejó el cigarro para gastarlo en pan. Ella sufrió, se ponía azúcar en la boca, eso me acuerdo", agregó su hija.

Luisa Bravo era una amante de las cuecas y dedicó gran parte de su vida a la oración. Su hija también destacó su infranqueable palabra empeñada, asegurando que "si prometía algo, siempre lo cumplía".

Cabe señalar que, a pesar de su avanzada edad, en sus últimos días Luisa Bravo recibió atención médica y controles día por medio, por lo que su deceso se produjo en compañía y atendida por especialistas.

Sus restos descansarán en el Parque Cementerio Huilquilemu - Las Flores de Talca, donde será despedida por sus cercanos.