El gerente general de la empresa Buses Renacer en Curicó, cuya flota se ha reducido drásticamente en los últimos años, anunció el cese de sus operaciones en la comuna, señalando que la decisión fue "muy pensada" debido a una crisis económica y de capital humano que ha vuelto inviable la continuidad del servicio.
La empresa, que hoy solo mantiene entre 40 o 50 máquinas de un parque original de 200, lamentó tener que tomar esta decisión tras años de lucha contra la corriente.
El representante de la compañía detalló las tres causas principales que llevaron a la paralización del servicio, argumentando que el problema va más allá de la voluntad:
- Congelamiento de tarifas y bonos: El sistema de bonos o compensaciones entregado por el Gobierno ha hecho variar las tarifas objetivas, haciendo que los dineros no alcancen. La empresa ha estado operando durante mucho tiempo con viajes "totalmente fuera del costo", llegando a momentos en que ni siquiera podían cubrir el costo básico del petróleo, sin contar con el sueldo del conductor, neumáticos o insumos.
- Falta de conductores y altos sueldos: El factor más importante y basal de la crisis es la falta de capital humano. Los conductores se están yendo al norte del país a ganar un sueldo de $1.600.000, una cifra que es imposible pagarles en Curicó, dejando las máquinas paradas.
Competencia desleal y desinterés oficial: El servicio de colectivos ha causado un "tremendo daño" a la operación de los buses, ya que, aunque son más rápidos, los usuarios han optado por las tarifas más bajas. El representante también lamentó el "poco interés que obviamente también tiene el ministerio de poder salvaguardar" el transporte público mayor urbano.
El representante de Buses Renacer, en nombre del dueño de la compañía, Fernando Ramírez, reconoció que la decisión fue inviable. Aseguró que nunca se guardaron máquinas y que los trabajadores merecen un reconocimiento por haberse quedado "estoicamente peleando".
El llamado final fue una crítica directa a la falta de conciencia ciudadana, "la gente prefiere criticar y no preguntar qué pasa... Ponen cuatro niños chiquititos, los ponen arriba de un bus y ellos se van corriendo a un colectivo y no saben el daño que nos hacen a nosotros... La verdad es que la cruda realidad es que no tenemos ayuda", lamentó, cerrando el ciclo de una empresa que no tiene proyectos de reconversión de línea y que priorizará dejar a todos sus exfuncionarios con trabajo.