A más de diez años de su fallecimiento, el 6 de enero de 2013, la historia de Gladys Valenzuela, popularmente conocida como “La Gladys” de Curicó, vuelve a salir a la luz.
Su hermana, Mireya Valenzuela, en una conversación en el podcast de la periodista Andrea Garrido (@andreagarridoaedo), se refirió a diversos aspectos de su vida, desmintiendo mitos y entregando nuevos detalles sobre su figura.
Uno de los mitos que rondaba a “La Gladys” era que habría abandonado a una guagua, un hecho que habitualmente era vociferado por algunos transeúntes. En este sentido, Mireya Valenzuela desmintió tajantemente el hecho, señalando que su hermana no podía tener hijos debido a una intervención quirúrgica realizada por una condición neurologógica detectada desde muy pequeña.
"Es una historia que la inventó la gente. No sé quien, pero yo creo que para molestarla. A ella la operaron cuando era niña, porque le podría pasar algo. Nunca tuvo una guagua", señaló.
Consultada sobre esta condición, Mireya Valenzuela sostuvo que su padre les había comentado que “La Gladys” sufrió una caída cuando era bebé, lo que le habría provocado un daño cerebral. "La verdad es que le pregunté a mi papá del porque ella tenía una condición. Él me dice que antes había unas cunas que eran de madera y muy altas. Ella se cayó, me imagino que a un piso de cemento. Al principio no se habían dado cuenta, pero con el tiempo se dieron cuenta de que tenía un problema".
La hermana de la popular figura curicana también se refirió a su vida amorosa, afirmando que su hermana tuvo un amor platónico de toda la vida por un comerciante de la ciudad llamado “Pato”, quien aún mantiene su negocio en la zona. "Él era un caballero que tenía un local en Peña, en el mercado que están ubicado en esa calle. Él la abrazaba, le daba besitos. Ella siempre se acordaba del Pato", recordó.
Finalmente, Mireya Valenzuela se refirió al fallecimiento de su hermana, ocurrido por un paro cardiorrespiratorio en una de las dependencias del Hogar de Cristo.
Con pesar, recordó que a su funeral llegaron muy pocas personas. Gracias a la gestión del exalcalde Javier Muñoz, sus restos pudieron ser trasladados desde Santiago a Curicó, donde fue sepultada.
Para la familia de La Gladys existe incertidumbre sobre qué pasará con sus restos, lo anterior tras el cambio de administración en la alcaldía de Curicó. En este sentido, Mireya Valenzuela espera prontamente reunirse con el administrador del Cementerio de Curicó, Luis Figueroa, para tomar una decisión.