Desde las 5:00 de la madrugada de este jueves, comenzaron a llegar los primeros fieles para el encuentro con Leda Bergonzi, rosarina que realiza encuentro con fieles, donde se combina la música religiosa, con actos de fe.

La jornada de adoración y acompañamiento emocional estaba programada para las 13:00 horas, sin embargo, comenzó una hora despues en el Gimnasio Abraham Milad, donde alrededor de 800 personas esperaban su arribo.

Previamente, VLN Radio recogió diversos testimonios a las puertas del gimnasio, revelando las profundas motivaciones que impulsan a los asistentes en busca de alivio para sus dolencias.

Catalina, una de las primeras en arribar, lo hizo con la esperanza de la sanación para su padre de 62 años, quien padece Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa que afecta progresivamente su cuerpo. "Llegué a las 5 de la mañana con mucha fe", compartió con la voz quebrada por la emoción.

Otro relato de esperanza es el de Rodrigo, quien, junto a su madre de 69 años, llegaron desde temprano al Gimnasio Abraham Milad tras escuchar la información en VLN Radio. La madre sufre de dolencias crónicas producto de años de trabajo en el campo, mientras que Rodrigo experimenta constantes calambres en su cuerpo. "Confiamos en que Leda pueda traer alivio", comentó Rodrigo.

Desde Chillán, Fernanda viajó con su hijo, quien padece quistes epidérmicos en el cuero cabelludo, una condición que, según relata, "le impide llevar una vida normal". La madre busca en este encuentro "una luz de esperanza para la condición de su hijo", sostuvo.

Pedro es otra de las personas que llegó hasta Curicó con una esperanza particular. Su dolencia está relacionada con una deficiencia auditiva, por lo que se encomendará a la llamada “sanadora” para aliviar su condición. "Vengo con la fe intacta", afirmó Pedro.

El último testimonio recogido fue el de Ximena, quien afirma que, tras asistir a un encuentro previo con Leda Bergonzi en el Templo Votivo de Maipú, y gracias a su fe, pudo dejar de usar muletas. Un hecho que ella considera un verdadero milagro y que la impulsó a venir nuevamente a Curicó. "La verdad es que siempre he pensado que la fe nos puede ayudar".