La agricultura de la provincia de Curicó enfrenta un escenario crítico para la actual temporada de riego. Lo que históricamente era una preocupación de finales de verano, hoy se ha transformado en una realidad inminente: el río Lontué ha comenzado a entrar en fase de restricción debido a una disminución progresiva y consistente de su caudal.
Esta situación implica que el río ya no posee la capacidad suficiente para abastecer a la totalidad de los canales de forma simultánea. En consecuencia, cada organización de usuarios deberá reducir proporcionalmente su extracción de agua de acuerdo a sus derechos, bajo la atenta vigilancia de la Junta de Vigilancia del Río Lontué.
La encargada de vinculación de las Juntas de Vigilancia de los ríos Lontué y Mataquito, Catalina Castro, explicó que el cambio climático ha alterado drásticamente los ciclos de la cordillera. A diferencia de años anteriores, donde los "peaks" de deshielo ocurrían en enero permitiendo regar hasta marzo, este 2025 el fenómeno se adelantó a noviembre.
En cifras, la caída es dramática: a fines de noviembre el caudal registraba 80 metros cúbicos por segundo (m^3/s), bajando a 50 en los primeros días de diciembre. Actualmente, el río se acerca al umbral de los 45 metros cúbicos, el mínimo necesario para sostener una distribución regular. Al no existir embalses de cabecera en la zona oriente —salvo El Planchón en el Río Teno—, el agua de estos deshielos prematuros se perdió en el mar sin poder ser aprovechada.
Ante la escasez, la disciplina entre los regantes se vuelve vital. Castro enfatizó la necesidad de respetar estrictamente los turnos de riego para no perjudicar a los agricultores que se encuentran "aguas abajo". Además, instó a los usuarios a adoptar medidas de eficiencia extremas:
- Riego en horarios no convencionales: Se deberá comenzar a regar durante las noches y los fines de semana para maximizar el uso del recurso.
- Mantenimiento de infraestructura: Es fundamental la limpieza de acequias y marcos partidores para evitar pérdidas por conducción.
- Acumulación predial: Aquellos que cuentan con tranques o sistemas de acumulación deben mantenerlos habilitados y utilizarlos de forma estratégica.
- Vigilancia activa: Cada canalista debe actuar como un guardián del agua, evitando que se extraiga más de lo que corresponde legalmente.
Finalmente, la profesional recordó que esta crisis vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de contar con el embalse del río Lontué. Esta obra permitiría acumular el agua de los deshielos tempranos para ser utilizada durante los meses de mayor demanda estival, asegurando el futuro de una de las zonas agrícolas más importantes del país.
Todo sobre Río Mataquito