Las celebraciones de navidad y año nuevo, tradicionalmente asociadas a la alegría y los encuentros familiares, representan para muchas personas un periodo de alto riesgo emocional, provocando un aumento del estrés, la ansiedad, la tristeza o la frustración.
Así lo explicó el Doctor Felipe Navia, jefe del Departamento de Salud Mental del Servicio de Salud Maule (SSM), quien hizo un llamado a observar el estado emocional con el que se llega a estas fechas.
“Es muy importante observar cómo se encuentra una persona antes de las fiestas. Muchas veces se espera estar feliz o alegre, pero no necesariamente todos están en ese estado emocional, y ahí las expectativas juegan un rol clave”, señaló el especialista.
El Dr. Navia advierte que síntomas como la ansiedad, la tristeza persistente o la irritabilidad pueden intensificarse, especialmente al enfrentar reuniones familiares complejas.
El jefe de Salud Mental del SSM enfatizó la necesidad de priorizar el autocuidado y ser selectivo con las instancias sociales.
“Si una persona no se encuentra en un estado emocional adecuado, es importante considerar no participar de ciertas actividades o establecer límites claros sobre bajo qué condiciones se va a estar presente. También es clave desarrollar habilidades para enfrentar situaciones potencialmente conflictivas”, indicó.
En cuanto al balance de fin de año, el Dr. Navia recomienda adoptar una actitud de autocompasión y realismo. La autocompasión implica entender que se hizo "lo mejor que se puede con los recursos que se tiene en cada momento", facilitando un cierre de año más sano.
Para enfrentar el periodo de celebraciones de manera más favorable, el Servicio de Salud Maule entregó una lista de recomendaciones esenciales:
- Reconocer y validar el estado emocional propio: No exigirse estar bien o feliz si la emoción real es distinta.
- Ajustar expectativas: Comprender que las fiestas pueden no ser ideales y que está bien vivirlas de manera distinta a lo esperado.
- Poner límites saludables: Definir con anticipación cuánto tiempo permanecer en reuniones sociales y bajo qué condiciones.
- Moderación en el consumo: El consumo excesivo de alcohol y otras sustancias puede aumentar la impulsividad y el malestar emocional.
- Cuidar los vínculos: Priorizar las relaciones que aportan contención y bienestar, y evitar aquellas que generan conflicto.
- Respetar rutinas: Mantener horarios básicos de sueño, alimentación y descanso en lo posible.
El SSM enfatizó la necesidad de pedir ayuda a tiempo ante señales de alerta como la angustia intensa, ideas de muerte o desesperanza persistente.
Finalmente, se recordó que la red pública cuenta con alternativas de apoyo como la Atención Primaria de Salud (CESFAM), la línea Salud Responde 24 horas y la línea telefónica *4141, especializada en prevención del suicidio, dirigida a jóvenes.
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