Cada mes de mayo, la conmemoración del Día Mundial de la Hipertensión busca generar conciencia sobre esta patología que, si bien tradicionalmente se asociaba a adultos, hoy afecta de manera creciente a la población joven. La complejidad radica en que muchos la padecen de forma asintomática, lo que dificulta su detección precoz. Ante esta situación, el Hospital Regional de Talca (HRT) hace un llamado a la adopción de estilos de vida más saludables y a controles médicos periódicos, especialmente para aquellos con predisposición genética.
Síntomas como un simple dolor de cabeza, mareos, pérdida de estabilidad o dolores en el pecho, brazo o pierna, a menudo no se relacionan directamente con la hipertensión. Sin embargo, pueden ser las primeras señales de una enfermedad que, si no se diagnostica o trata a tiempo, puede ocasionar daños severos en el sistema vascular, derivando en deterioro cerebral, ocular, renal e incluso la muerte.
El doctor Patricio Marín, Jefe del CR de Cardiología del HRT, enfatiza la necesidad de controles periódicos, particularmente en jóvenes mayores de 20 años que tienen antecedentes familiares de presión arterial elevada y estilos de vida poco saludables o sedentarios, ya que estos grupos tienen una mayor probabilidad de desarrollar esta condición.
"Si desde la juventud hay antecedentes familiares de hipertensión, hay que poner énfasis en la dieta, realizar ejercicio y reducir el consumo de sal, puesto que, quienes tengan factores genéticos de por medio, sumado a una vida sedentaria, tienen posibilidades de padecer antes presión arterial", informó el doctor Marín.
Aunque la poca actividad física y la mala alimentación no son la causa directa de la hipertensión, sí actúan como gatillantes de crisis hipertensivas. De ahí la relevancia de los controles regulares en los centros de salud de atención primaria (consultorios, CESFAM, SAR), donde se ofrece un examen preventivo para adultos que, mediante una encuesta y una prueba física, permite detectar inicialmente la presión elevada y regularla.
Para los pacientes ya diagnosticados con hipertensión, es crucial un control periódico de al menos dos o tres veces al año. Esto permite mantener la patología bajo control y prevenir complicaciones graves como infartos, que pueden llevar a una discapacidad, invalidez o incluso la muerte. "Los pacientes que suspenden sus controles, cambian medicamentos y no siguen las indicaciones médicas, pueden sufrir crisis hipertensivas o hipertensión no controlada a tiempo, provocando complicaciones como infarto cerebral o al corazón, que puede llevarlos a la muerte o invalidez futura importante", recalcó el experto.
El especialista en cardiología también insta a quienes experimentan mareos constantes, dolores de cabeza, punzadas en el pecho, dificultades para hablar o respirar, y que además viven cuadros agudos de estrés, a buscar atención primaria sin dudarlo. Esta es la única vía para detectar y controlar la hipertensión a tiempo.
Finalmente, el doctor Marín subraya que los jóvenes que adopten estilos de vida saludables desde temprano —incluyendo ejercicio regular y una baja ingesta de sodio, alcohol y nicotina— podrán retrasar al máximo un diagnóstico temprano de hipertensión.