La trayectoria del suboficial de Gendarmería, Luis Bravo Pigatti, de 38 años, podría ser descrita como un giro de 180 grados. El funcionario, actualmente bajo investigación por múltiples delitos de corrupción, cobró notoriedad pública en febrero de 2022. En aquel entonces, durante un intento de fuga, fue herido de bala por un reo utilizando su propia arma de servicio.
Bravo Pigatti, egresado de la Escuela de Gendarmería en 2009 y dirigente de segunda línea de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP), es señalado por conocedores del ámbito interno como una figura muy cercana al dirigente nacional del gremio, Álex Vega Torres. Este último se vio envuelto en una polémica fiesta clandestina con excesos dentro de las residencias fiscales del penal Santiago 1.
Actualmente, el funcionario, originario de la región del Maule, se encuentra en el lado opuesto de la ley como resultado de la denominada "Operación Apocalipsis". Este mega-operativo, desplegado esta semana para erradicar la corrupción en el sistema carcelario, ha resultado en la detención de más de 40 gendarmes.
Según antecedentes recopilados por BBCL Investiga, Bravo Pigatti no sería un implicado menor. Se le atribuye un rol fundamental dentro de la estructura de corrupción que operaba en el recinto penitenciario de Santiago 1.
Su posición en el área de los módulos le permitía un contacto constante con la población penal, lo que, según fuentes de la Unidad de Investigación, hacía que su participación fuera "clave en la cadena logística de pagos y sobornos".
Las mismas fuentes indican que una parte considerable de las transacciones se realizaba en efectivo. Investigadores han detectado registros documentales de pagos dirigidos a Bravo Pigatti, cuyos emisores serían internos o sus visitantes.
En resumen, se le investiga por su participación en una modalidad conocida como "el rescate". Este esquema implicaba que funcionarios, tras realizar allanamientos o incautaciones, revendían a los internos los teléfonos u objetos prohibidos que habían confiscado, transformando los procedimientos de control en una fuente de ingresos.
La primera aparición mediática de Bravo Pigatti se remonta a un incidente ocurrido en el Hospital Barros Luco, en San Joaquín. El 8 de febrero de 2024, el reo Juan Matías Navarro escapó del recinto hospitalario a través de una ventana mientras recibía atención médica. Bravo Pigatti, quien se encontraba de servicio en el hospital, inició su persecución. Durante el forcejeo posterior, el delincuente logró arrebatarle su arma y le disparó en la pierna izquierda.
Posteriormente, el reo fue condenado a 10 años de prisión por el delito de homicidio frustrado.
Bravo Pigatti es el único objetivo de la investigación que aún no ha sido localizado. La Fiscalía Metropolitana Occidente, bajo la dirección del fiscal regional Marcos Pastén, ha solicitado una orden de detención ante el Duodécimo Juzgado de Garantía de Santiago, en el marco de una causa que ya suma 45 uniformados arrestados.
Mientras Juan Gutiérrez Acuña, el último de los detenidos, se entregó a la justicia este miércoles, se presume que Bravo Pigatti tendría intenciones de permanecer prófugo.
Fuentes cercanas a la investigación sugieren que estaría recibiendo apoyo de su círculo íntimo para evadir a las autoridades policiales.
Todo sobre Operación Apocalipsis