La Fiscalía formalizó investigación contra 18 imputados vinculados con la "mafia china", cuyas operaciones se centraban en el popular barrio Meiggs. De ellos, 17 quedaron en prisión preventiva.
Un funcionario de Carabineros fue dado de baja de la institución, luego de que estuviera entre los aprehendidos en el marco de esta indagatoria.
La organización criminal es investigada por diversos delitos de asociación criminal, tráfico de drogas, lavado de activos, secuestros, extorsión y contrabando, entre otros.
Frente a este escenario, cabe la duda de si esta mafia opera de una forma distinta a como lo hacen otras de origen latinoamericano, como el Tren de Aragua, estructura criminal venezolana que es investigada por el Ministerio Público por delitos violentos, incluso uno de ellos revestido de un móvil político: el crimen de Ronald Ojeda.
El comisario de la PDI, Sebastián Ortega, detective que traduce el idioma chino mandarín al español y que ha colaborado en investigaciones policiales de diversa índole que involucren esta lengua, comenta sobre el perfil de los delincuentes de origen chino que operan en Chile que estos poseen estudios de enseñanza Media incompleta y que arriban al territorio nacional "con el aparente afán de al menos instalar un negocio, y a partir de eso ir desarrollando actividades ilícitas".
Cometen que los imputados chinos suelen cometer delitos económicos y trata de personas a través del crimen organizado.
En cuanto a sus características, Ortega afirma que estos criminales operan en organizaciones herméticas, refugiándose en su propio idioma, además de que son "menos ostentosos" en comparación con delincuentes latinoamericanos. Tal es el punto de secretismo de estos grupos delictuales que no usan redes sociales como Instagram, Facebook o X.
"Se caracterizan por su violencia y por el uso de armas. Y por ser muy de ellos, son reacios a incorporar a delincuentes de otros países", afirma el detective.
Pablo Zeballos, experto en crimen organizado, comenta que la "mafia china" se caracteriza por operar mediante "redes flexibles, de baja visibilidad y con una profunda inserción tanto en circuitos comerciales legales como potenciando mercados o métodos informales, lo que les permite ocultar contrabando, apuestas, lavado de activos, envío de remesas, préstamos informales, extorsiones y tráfico de drogas dentro de economías urbanas densas, como ocurrió en el barrio Meiggs".
Zeballos, autor del libro "Cuando el crimen reza. Cultos, prácticas, ritos y narcorreligiosidad en el crimen organizado", sostiene que, a diferencia de las organizaciones criminales latinoamericanas, "estas estructuras no controlan territorio en sentido clásico: más bien ejercen un control territorial identitario, orientado a comunidades migrantes y, dentro de ellas, a subgrupos vinculados a provincias específicas de China".
"Esa identidad compartida —dialecto, lugar de origen, lazos comunitarios— funciona como fuente de cohesión y también como mecanismo de presión y silenciamiento", añade.
Puntualiza que "preparar un juicio sólido" es lo más complejo de la labor investigativa. "En mi experiencia en investigaciones internacionales, los testigos —e incluso los propios imputados— de tríadas chinas o mafias identitarias suelen entrar rápidamente en lógicas de silencio, retractación o interferencia".
"Esta conducta no solo responde al temor local, sino a una forma de amedrentamiento que se sostiene precisamente en esa identidad comunitaria y provincial: las familias en China quedan expuestas a represalias, presiones económicas o amenazas directas si alguien 'rompe el pacto'. Esa dimensión transnacional del miedo, unida a la estructura cerrada de estas comunidades y a la dificultad de obtener cooperación judicial desde Asia, convierte estos juicios en procesos dramáticos, donde sostener la prueba y garantizar la protección de los declarantes se vuelve el desafío central del Estado", cerró.
El académico de la Universidad de Santiago de Chile y exdirector de Seguridad Pública en el Gobierno de Michelle Bachelet, Jorge Araya, asegura que "se trata de una mafia bastante organizada, con capacidad de instalar negocios legales y de llevar una administración eficiente de sus actividades criminales, con una actitud bastante prudente en términos de no hacer ostentación de lo que estaban haciendo, de mantener un bajo perfil y de ser bastante disciplinado y ordenado en sus labores delictuales".
Consigna que "es un nuevo tipo de crimen organizado, aunque se parece más a las mafias tradicionales".
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