La Corte Suprema ratificó la condena contra un cirujano dentista acusado de actuar con negligencia durante la extracción de una pieza dental, procedimiento que dejó a una paciente con secuelas permanentes.
En un fallo unánime, la Primera Sala del máximo tribunal declaró inadmisible el recurso de casación en la forma y rechazó el presentado en el fondo, manteniendo así la sentencia que ordena al profesional pagar $15 millones por daño moral.
Según los antecedentes del caso, la paciente perdió parcialmente el sentido del gusto tras sufrir una lesión en el nervio lingual, consecuencia atribuida directamente a la intervención realizada. El tribunal confirmó que existió un contrato de prestación de servicios odontológicos y que el procedimiento no se ejecutó con la diligencia necesaria, configurando responsabilidad contractual.
En su recurso, la defensa del dentista alegó errores de derecho y cuestionó la valoración de pruebas documentales y testimoniales, asegurando que la exodoncia practicada no era capaz de generar el daño neurológico diagnosticado. Sin embargo, la Suprema descartó estos argumentos al considerar que se pretendía reabrir hechos ya establecidos en el proceso, los cuales son inamovibles en esta etapa.
El fallo precisó que las normas invocadas por la defensa no corresponden a leyes reguladoras de la prueba que permitan modificar lo resuelto por los tribunales de instancia. También indicó que los jueces valoraron correctamente los documentos y antecedentes presentados por ambas partes, dentro de las facultades que les otorga la ley.
Con este pronunciamiento, la Corte Suprema dio por cerrado el debate y confirmó la indemnización por los perjuicios causados a la paciente, reafirmando la responsabilidad del profesional de la salud en los resultados del procedimiento efectuado.
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