Un hecho calificado como "bochorno histórico" se registró este miércoles en la Sala de la Cámara de Diputados, luego que la sesión matinal fracasara definitivamente por la masiva ausencia de legisladores.
Si bien es habitual que las sesiones se suspendan temporalmente por falta de quórum, en esta ocasión, y tras agotarse el plazo reglamentario de 15 minutos, los parlamentarios no regresaron a la Sala.
La situación es grave considerando que, restando a los parlamentarios desaforados, se necesitaban apenas 50 diputados de los 150 en total para dar inicio a la sesión. El fracaso de la jornada, que no se registraba desde 2021, implica que no se realizará la discusión ni la votación de los proyectos que estaban en tabla.
Tras declararse el fracaso, se activó un protocolo de "lockdown", cerrando las puertas de la Sala y pasillos para registrar la asistencia. Los más de cien parlamentarios ausentes se exponen a una multa del 2% de su dieta, equivalente a unos $146.000 pesos, a menos que cuenten con un permiso especial.
En medio del bochorno, se vieron a algunos diputados intentando llegar a la Sala sin éxito, provenientes de reuniones, declaraciones de prensa o incluso de la cafetería del Congreso.
Fuentes cercanas señalan que este ausentismo se agrava en períodos cercanos a elecciones, ya que gran parte de los parlamentarios están enfocados en hacer campaña en sus distritos de cara a una eventual reelección en los comicios del próximo 16 de noviembre.
Tras lo sucedido, se citó a una reunión de comité para solicitar una nueva sesión durante la tarde de este miércoles. De no haber acuerdo, el presidente de la Cámara, José Miguel Castro (RN), podría citar la sesión de Sala de forma unilateral.