En las primeras horas de este martes, se comunicó la muerte a los 76 años de edad del ex senador y fundador de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Jovino Novoa, producto de un enfisema pulmonar causado por una enfermedad crónica.
Retirado de la política en 2015, Novoa, fue Subsecretario General de Gobierno durante la dictadura militar de Augusto Pinochet, de 1979 a 1982. Después, conformó la primera directiva de su partido en 1989 como vicepresidente y con Jaime Guzmán a la cabeza, asumiendo como presidente de 1992 a 1998 y de 2004 a 2006.
En tanto, su carrera senatorial comenzó en 1998 y se extendió hasta 2014, siendo presidente de la Cámara Alta entre 2010 y 2011. En 2015, fue uno de los formalizados por el Caso Penta y SQM que dejó en evidencia un transversal financiamiento irregular de campañas políticas. Ante el Ministerio Público, reconoció usar boletas falsas con este fin recibiendo $30 millones del Grupo Penta.
Tras un juicio abreviado y un acuerdo con la Fiscalía, el ex senador fue condenado a tres años de presidio menor por delitos tributarios, suspensión para ejercer cargos públicos por dicho periodo y una multa del 50% de lo defraudado.
En 2013, Novoa, decidió no perseverar en seguir en la Cámara Alta aduciendo problemas de salud, los cuales en gran parte se atribuyen a su adicción al tabaco. Desde ese momento, sus apariciones públicas fueron limitadas hasta su muerte.
Férreo defensor de la dictadura militar, el ex legislador enfrentó sus primeros cuestionamientos debido al asesinato del líder sindical, Tucapel Jiménez, ocurrido en 1982 y planeado por la Dirección de Inteligencia Nacional del Ejército (DINE). Si bien el hijo de este, el diputado Tucapel Jiménez Fuentes, sostuvo que el entonces Subsecretario General de Gobierno era responsable políticamente, no se demostró que estuviese involucrado.
En 2003, se develó la red de pedofilia creada por el empresario, Claudio Spiniak, cercano a figuras de la derecha. Ese año, la ex diputada, Pía Guzmán (RN), acusó que tres senadores pertenecientes a Alianza Por Chile y a la Democracia Cristiana formaban parte de dicha organización, aunque sin nombrarlos. Sin embargo, el escritor, Pablo Huneeus, apuntó a Novoa como uno de ellos, lo que después desmintió.
A lo anterior, se sumó el testimonio de una supuesta testigo de los abusos a menores, Gema Bueno, quien sostuvo ante la justicia que el entonces senador era uno de los clientes de Spiniak. Después, la mujer reconoció haber mentido en sus declaraciones.
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