Susie Wiles, secretaria general del presidente Donald Trump, ha compartido una serie de evaluaciones inusualmente directas y, en ocasiones, poco favorables sobre el mandatario, su plan para un segundo mandato y algunos de sus aliados más cercanos. Estas declaraciones se produjeron en una serie de entrevistas de amplio alcance concedidas a Vanity Fair.
Durante más de diez conversaciones, Wiles detalló su experiencia trabajando para Trump. En una de sus afirmaciones más notables, señaló que el presidente “tiene la personalidad de un alcohólico”, a pesar de ser conocido por su abstinencia. Según Wiles, Trump opera bajo la creencia de que “no hay nada que no pueda hacer. Nada, nada, nada”.
La secretaria general explicó su perspectiva, indicando: “Los alcohólicos de alto rendimiento, o los alcohólicos en general, exageran su personalidad cuando beben”. Añadió que, debido a su experiencia personal al crecer con un padre alcohólico, el reconocido comentarista deportivo Pat Summerall, se considera “un poco experta en personalidades fuertes”.
En el transcurso de las entrevistas, Wiles reconoció la posibilidad de que exista un componente de represalia política en los procesos judiciales contra sus adversarios.
“Quiero decir, la gente podría pensar que sí parece vengativo”, admitió al ser consultada sobre el procesamiento del exdirector del FBI, James Comey. “No puedo decirles por qué no deberían pensar eso”.
Complementando esta idea, añadió: “No creo que se despierte pensando en represalias. Pero cuando se presenta la oportunidad, la aprovecha”.
Wiles relató haber intentado persuadir a Trump para que cesara sus “ajustes de cuentas” durante los primeros 90 días de un potencial segundo mandato. Sin embargo, reconoció que este esfuerzo no tuvo éxito, ya que la presión del presidente para iniciar acciones legales persistió, alimentada en parte por su deseo de venganza.
Al abordar las acusaciones de fraude hipotecario contra la fiscal general de Nueva York, Letitia James, Wiles comentó: “Bueno, esa podría ser la única venganza”.
Asimismo, Wiles admitió que el presidente carecía de pruebas para respaldar su afirmación sobre las supuestas visitas del expresidente Bill Clinton a la isla privada del convicto por delitos sexuales Jeffrey Epstein.
“No hay pruebas”, afirmó Wiles respecto a las presuntas visitas de Clinton. Al ser preguntada por Vanity Fair si existía algo incriminatorio sobre Clinton en los archivos, añadió según los informes: “El presidente se equivocó en eso”.
La secretaria general también ofreció evaluaciones poco halagadoras sobre varios de los aliados más cercanos del presidente en las entrevistas. Respecto al vicepresidente J. D. Vance, Wiles lo describió como un teórico de la conspiración desde hace una década y sugirió que su cambio de postura, de crítico a leal seguidor de Trump, fue “en cierto modo político”.
Sobre el multimillonario tecnológico y antiguo aliado de Trump, Elon Musk, Wiles declaró que es un consumidor confeso de ketamina y “un tipo peculiar, como creo que son los genios”. No obstante, expresó su consternación ante la decisión de desmantelar la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
En cuanto a la fiscal general Pam Bondi, Wiles afirmó que “falló por completo” en su manejo de los archivos relacionados con Epstein.
“Creo que falló completamente en darse cuenta de que ese era precisamente el grupo al que le importaba esto”, dijo Wiles sobre la entrega de carpetas con material del caso a un influyente grupo conservador. “Primero, les dio carpetas llenas de nada. Y luego dijo que la lista de testigos, o la lista de clientes, estaba en su escritorio. No hay ninguna lista de clientes, y desde luego que no estaba en su escritorio”.
En otra declaración destacada, Wiles describió a Russell Vought, coautor del Proyecto 2025 y director de la Oficina de Administración y Presupuesto, como “un fanático absoluto de la derecha”.
Wiles también expresó reservas políticas a lo largo de las entrevistas. Sobre las deportaciones, señaló la necesidad de que el Gobierno “observe con más atención” para evitar errores. En relación con Venezuela, indicó que el presidente “quiere seguir haciendo estallar barcos hasta que Maduro se dé por vencido”, y añadió: “Y gente mucho más inteligente que yo en ese aspecto dice que lo hará”. Reconoció que Trump requeriría autorización del Congreso para llevar a cabo los ataques en Venezuela, los cuales ha anunciado recientemente que ocurrirán “pronto”.
Wiles reveló que instó a Trump a no indultar a los manifestantes más violentos del 6 de enero de 2021, un consejo que finalmente fue desoído. También presionó sin éxito para que se retrasara el anuncio de importantes aranceles, en medio de lo que describió como un “enorme desacuerdo” entre sus asesores.
Adicionalmente, reconoció que desea que el presidente se enfoque más en la economía y menos en Arabia Saudita. También opinó sobre posibles sucesores, destacando cómo figuras como Vance y el secretario de Estado, Marco Rubio, respaldaron a Trump después de haberse opuesto inicialmente a él.
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