Hija de María Corina Machado evoca a exiliados chilenos al recibir Nobel de la Paz

Ana Corina Sosa, hija de la líder opositora venezolana Maria Corina Machado, aceptó este miércoles en Oslo el premio Nobel de la Paz en nombre de su madre. En su discurso, además de dedicar el reconocimiento a todos los venezolanos, aludió a los exiliados chilenos durante la dictadura.

Durante su intervención en el ayuntamiento de la capital noruega, Corina Sosa señaló que “en solo unas horas podremos abrazarla (a Machado) aquí en Oslo después de 16 meses”.

“He venido a contarles una historia, la historia de un pueblo y su larga marcha hacia la libertad. Esa marcha me trae hoy aquí, como una voz entre millones de venezolanos que se han levantado una vez más para reclamar el destino que siempre les ha pertenecido”, comenzó señalando.

La hija de Machado continuó: “Nuestros antepasados cargaron la libertad sobre sus hombros. Cruzaron un continente entero, desde las orillas del Orinoco hasta las alturas del Potosí, convencidos de que la libertad nunca está completa si no es compartida. Desde el principio creímos en algo tan simple como inmenso: que todos los seres humanos nacen para ser libres. Esa convicción se convirtió en el alma de nuestra nación”.

En su discurso, la hija de la líder opositora recalcó que Venezuela ha sido refugio para quienes han tenido que dejar sus países por motivos políticos.

“Abrimos los brazos a migrantes y exiliados de todos los rincones del mundo: españoles que huían de la guerra civil, italianos y portugueses escapando de la pobreza y las dictaduras”, sostuvo.

La opositora venezolana María Corina Machado, a través de su hija Ana Corina Sosa, dedicó el Nobel de la Paz al pueblo venezolano, a quienes luchan por la libertad y a los líderes internacionales que los apoyaron. Machado confirmó su presencia en Oslo.

La joven Sosa añadió: “Recibimos a judíos que dejaban atrás el Holocausto, chilenos, argentinos y uruguayos que huían de los regímenes militares, cubanos que repudiaban el comunismo y familias enteras de Colombia, Líbano y Siria que buscaban la paz. Les dimos hogar, escuela y seguridad, y todos ellos se hicieron venezolanos”, manifestó.

Corina Sosa dijo que aunque Venezuela se convirtió “en la democracia más estable de América Latina (…) incluso la democracia más fuerte se debilita cuando sus ciudadanos olvidan que la libertad no es algo que debamos esperar, sino algo a lo que debemos dar vida”.

“Es una decisión personal, consciente, cuya práctica cotidiana moldea una ética ciudadana que debe renovarse cada día”, puntualizó.

Sin nombrarlo directamente, apuntó contra el régimen de Nicolás Maduro así como también contra su antecesor, Hugo Chávez. “Entonces llegó la ruina: una corrupción obscena, un saqueo histórico. Durante los años del régimen, Venezuela recibió más ingresos petroleros que en todo el siglo anterior. Nos lo arrebataron todo”, expresó.

“El dinero del petróleo se convirtió en un arma para comprar lealtades en el exterior, mientras el Estado se fusionaba con el crimen organizado y con grupos terroristas internacionales”, sostuvo.

“La economía colapsó más de un 80%, la pobreza superó el 86% y nueve millones de venezolanos se vieron obligados a huir”, lanzó.

Minutos antes del inicio de la ceremonia, la propia Machado lamentó no poder llegar a tiempo para la entrega del premio en una conversación telefónica desde un lugar desconocido con el Instituto Nobel. Sin embargo, afirmó que arribará a Oslo y que de hecho está “en camino ahora mismo”.

La presencia en la gala de Machado, quien vive en paradero desconocido en Venezuela, era una incógnita luego que el Instituto Nobel aplazara el martes su rueda de prensa y finalmente la cancelara.