Una noche marcada por la violencia se vivió en la Copa Sudamericana en Argentina, donde "con una brutal golpiza a una decena de barristas de la Universidad de Chile por parte de hinchas de Independiente" el fútbol quedó en segundo plano frente a los graves incidentes dentro y fuera del estadio.
El encuentro fue suspendido a los 4 minutos del segundo tiempo, con el marcador 1-1, después de que barristas de la U lanzaran objetos contundentes hacia la parcialidad del Rojo ubicada en la tribuna baja.
En respuesta, hinchas de Independiente fueron a encararse con los azules, mientras los jugadores intentaban contener la situación. Sin embargo, la tensión escaló y se ordenó el desalojo de la barra de la U. Minutos más tarde, barristas del Rojo irrumpieron en el sector visitante, donde quedaban cerca de diez fanáticos chilenos, quienes fueron golpeados y asaltados, llegando incluso a ser despojados de su ropa.
En redes sociales circularon imágenes que muestran a un hincha de la Universidad de Chile cayendo desde la tribuna alta mientras era acorralado y agredido por los locales.
La violencia continuó en las afueras del recinto. Reportes de prensa señalaron que vecinos del sector auxiliaron a hinchas chilenos que se encontraban con sus familias, brindándoles refugio para evitar que fueran atacados por la barra rival.
Además, se informó que el bus que transportaba al plantel de la Universidad de Chile fue apedreado por fanáticos de Independiente.
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