Vecinos de Río Claro protestan tras dos años sin agua potable continua
Más de 150 familias de la población Los Copihues denuncian el colapso del suministro administrado por la Cooperativa local. Pese a no contar con el servicio básico, los afectados aseguran que las boletas siguen llegando por montos de hasta 30 mil pesos, afectando a niños, adultos mayores y personas postradas.
Una crítica situación sanitaria y social afecta a los residentes de la Población Los Copihues, en la localidad de Cumpeo, comuna de Río Claro. Los vecinos, cansados de lo que consideran una "negligencia prolongada", se manifestaron en las afueras de la Cooperativa de Agua Potable local para exigir soluciones definitivas a un problema de presión y suministro que se extiende por más de dos años.
La crisis afecta directamente a 150 viviendas, donde residen cerca de 200 personas, incluyendo a unos 80 menores de edad, además de adultos mayores y pacientes postrados. Según los testimonios de los afectados, la falta de agua ha dejado de ser un inconveniente temporal para convertirse en una vulneración diaria de sus derechos básicos.
Como medida de mitigación, la empresa ha dispuesto camiones aljibe que descargan agua en un estanque comunitario ubicado en el acceso a la población. Sin embargo, los vecinos denuncian que este recurso es totalmente insuficiente: el agua entregada suele agotarse en pocos minutos y no alcanza a abastecer a la totalidad de las familias.
Estrella Cabrera, vocera de los vecinos afectados, denunció la angustia que viven ante la falta de respuestas concretas y la irregularidad en los cobros.
"Estamos exigiendo una compensación económica en las boletas. Aún sin agua, hay familias pagando entre 25 y 30 mil pesos, siendo que no tenemos el servicio básico hace dos años", enfatizó la dirigenta durante la protesta.
La Cooperativa ha señalado que se encuentran realizando perforaciones a 130 metros de profundidad para encontrar nuevas napas subterráneas, argumentando que las actuales se han secado. No obstante, los vecinos critican la lentitud de estas gestiones y la falta de empatía de las autoridades.
Hasta el momento, la comunidad solo ha contado con el apoyo de algunos concejales locales, mientras esperan que la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) intervenga de manera urgente para garantizar el retorno del suministro a un sector que, irónicamente, es parte del corazón del "pueblo temático" de Condorito, pero hoy vive una realidad que dista mucho de ser una historieta.