Inmediatas repercusiones tuvo la denuncia publicada por VLN Radio, donde un sargento primero de Carabineros, junto a otro colega, acusó a un teniente por incumplimiento de deberes militares al no prestarles apoyo ante una grave amenaza en el acceso a la Subcomisaría Santa Fe de Curicó.
De acuerdo con datos no oficiales, el teniente denunciado, Renzo Marino Coloma, salía de las dependencias en su vehículo particular en compañía de una menor de edad. En ese momento, y a pesar de que el superior advirtió que un hombre estaba insultando y amenazando a los funcionarios en las puertas del recinto, no se bajó a prestar ayuda ni colaboración, pidiendo que lo dejaran ir.
Tras la denuncia formal, el mando tomó la decisión de presentar los antecedentes a la Fiscalía Militar. Sin embargo, los funcionarios subalternos aseguran que, lejos de ser protegidos, han sido víctimas de represalias internas:
- El sargento primero denunciante fue objeto de un cambio inmediato de unidad.
- Su colega sufrió cambios de turno con excesivas horas de trabajo.
- En contraste, el Teniente Coloma sigue en su mismo lugar de trabajo, sin ninguna modificación mientras la investigación continúa en su contra.
Uno de los carabineros afectados reiteró que el Teniente Coloma cometió omisión de delito y no prestó apoyo, una situación que los mantiene trabajando intranquilos. La gravedad del conflicto ha escalado, pues uno de los afectados será padre próximamente, y el estrés ha causado que su pareja presente complicaciones que arriesgarían su embarazo.
Los policías afectados por estos cambios, que califican como arbitrarios, exigen una investigación objetiva y la urgente intervención de la jefa de la Zona Maule de Carabineros, General Maureen Espinoza. Su principal temor es que este conflicto interno, donde un oficial no se hace cargo de su acto, esté arriesgando sus 10 y 20 años de servicio en la institución, y que existan "defensas corporativas" entre oficiales de la repartición.
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