Más de un tropiezo ha provocado una solera ubicada en la esquina de calle Argomedo con Carmen, en pleno centro de Curicó. Esta irregularidad en la vereda ha dificultado notablemente el desplazamiento de los transeúntes en un sector muy concurrido.

Las obras fueron ejecutadas por la empresa que está construyendo una nueva clínica privada en las inmediaciones, como una forma de mitigar su presencia en el entorno. Sin embargo, este problema de diseño no ha pasado inadvertido para los vecinos y comerciantes.

Foto: Gerardo Bravo Cáceres

Jessica y Graciela, locatarias del sector, han sido testigos de las dificultades diarias. Ellas han visto a varias personas trastabillar en esa esquina, donde además funcionan un centro oftalmológico y varios centros de pagos de servicios. A esto se suma la cercanía con servicios públicos que circundan la Plaza de Armas, ubicada a solo una cuadra.

"Yo veo todos los días a personas tropezar con esa solera que no quedó al nivel del resto de la calzada, y hay muchas personas que caminan con su vista en alto y no se percatan del peligro que se genera aquí", señaló una de las locatarias.

Otra de las complicaciones que se observa en esta transitada esquina es que estos trozos de concreto obstaculizan el libre desplazamiento de las personas en situación de discapacidad o movilidad reducida.

Si bien las obras fueron desarrolladas por una empresa privada como parte de compensaciones, estas son exigidas por organismos públicos que, según los afectados, deberían fiscalizar su correcta ejecución para evitar este tipo de problemas que afectan la seguridad y accesibilidad de los ciudadanos.