Tras la conclusión de la última edición de la Feria Gastronómica de Cazuelas y Caldillos de Curicó, que tuvo lugar en el óvalo de la Alameda Manso de Velasco, un vendedor del tradicional motemei denunció haber sido expulsado del evento, pese a tener una calificación de patrimonio humano vivo.
Según el relato de Raúl Ibarra, este concurrió el pasado domingo a la última jornada de la fiesta desde la comuna de Maule, donde antes pasó nueve horas hirviendo el maíz con lejía para elaborar su preparación. Sin embargo, no puedo hacerlo y fue obligado a retirarse.
“Pego el grito de “motemei calientito” y llegó un inspector. Me dijo “buenas tardes, ¿su permiso? ¿Se puede retirar de aquí?” Le respondí que no, que soy un patrimonio cultural vivo y permisos no saco en ningún lado, porque ando en varias comunas. “¿No te retirai? Entonces te echo a los carabineros”, me dijo”, aseguró Ibarra.
Pese a la advertencia, señaló el vendedor, “pegué el grito de nuevo y llegaron los carabineros, un teniente. Le pasé mi carnet, él fue un poco más caballero, pero me dijo que si no me retiraba me llevaba preso, me sacaba una multa y me llevaba los productos”.
“Me dijo que podía ir a gritar para el área de los juegos. Le dije que me retiraba mejor y me fui con un sabor amargo en mi garganta de llevarme mi producto en mi canastito, lleno con motemei”, lamentó el denunciante.
Una de las expositoras presente en el evento y artesana del rubro textil de la comuna de Romeral, Tatiana Herrera, conversó con el afectado y refirió que “se acercó con sus ojos muy llorosos, muy preocupado, tenía una impotencia notoria sin él antes haber dado su canto”.
“Él debe tener un espacio cultural que le corresponde. Es un patrimonio vivo inmaterial, no nos tenemos que acordar de eso solo para el Día del Patrimonio. Es parte de nuestra historia, de lo poco que nos va quedando. Él no es un vendedor, es un gestor y es un cultor. Y debemos respetarlo”, opinó Tatiana.
Consultado respecto a esta situación, el director de la Oficina Municipal de Desarrollo Económico Local (OMDEL), Iván Rojas, dijo que se enteró de lo ocurrido por la prensa y aseguró que “si lo hubiese visto ese día, hubiésemos resuelto el problema de alguna manera”.
“La Feria de Cazuelas y Caldillos es por invitación, nosotros recibimos propuestas. (…) Esta es una ley, no la inventó el municipio y la persona que ejerce el comercio en un lugar público tiene que tener un permiso municipal. Si el alcalde no lo exige, puede caer incluso en abandono de deberes. A él no lo conozco, no vino a pedir el permiso”, mencionó Rojas.
Asimismo, el director de la OMDEL llamó a quienes sean cercanos al “motemei” para que le informen que puede vender su producto en la próxima Fiesta de la Chilenidad 2024, a efectuarse entre el 4 y el 8 de septiembre.
“Que le digan que las puertas de la municipalidad y de esta oficina están abiertas para que venga. Nosotros tenemos la autoridad, como comisión organizadora, para invitar a ciertas personas por sus características, por el patrimonio, etcétera. Este viernes se publican los seleccionados pero también tenemos cupos para invitados. Podemos llegar a un acuerdo con él y lo ayudaremos, sin duda”, aseveró Rojas.
El “motemei” es un personaje característico y popular como comerciante callejero en Chile desde los años de la colonia. El oficio fue declarado Patrimonio Intangible de la ciudad de Valparaíso hace un par de años y actualmente quedan muy pocos “moteros”, uno de ellos en la región del Maule.