Arquitecta y contratista de Curicó enfrentan querella por estafa tras fallida construcción de centro terapéutico
Un traumatólogo y un kinesiólogo denunciaron que la mujer junto al sujeto, quien se habría hecho pasar con constructor civil, los habrían engañado con levantar un recinto médico deportivo que nunca se concretó para apropiarse de casi $140 millones.
Dos profesionales de la salud de la comuna de Curicó presentaron una querella por estafa contra una arquitecta y un contratista, a quienes atribuyen la apropiación de casi $140 millones por la fracasada construcción de un centro traumatológico que sería levantado en calle Merced.
Los denunciantes son Óscar Rojas, médico traumatólogo y Sergio Díaz, kinesiólogo, quienes conforman la Sociedad Médica Salud Bienestar y Educación Limitada, con la cual pretendían llevar adelante el proyecto para el cual iniciaron trámites a principios de 2019.
Según relató el Dr. Rojas, en ese entonces ambos ya habían contratado a una empresa de Talca para el diseño y ejecución de las obras, en un inmueble que sería modificado para transformarse “en el centro médico deportivo más moderno del Maule”. Estas faenas, originalmente, se efectuarían por un total de $200 millones en un plazo de seis meses.
Fue en ese momento, indica el médico, que se les acercó M. A. H. M., arquitecta, quien les ofreció su supuesta ayuda para agilizar los procesos ante la Dirección de Obras de Curicó. “Nos encontramos en un ascensor y nos dijo “yo les podría prestar mi ayuda, tengo contactos en la municipalidad para apurar esto”, porque estábamos justo en plena pandemia”, sostuvo el médico.
Además, la profesional les propuso efectuar los diseños de los sistemas de agua, alcantarillado, climatización de una piscina y otros similares. “La conocemos de niña, desde enseñanza básica, a sus padres también desde hace mucho tiempo y yo incluso trabajé con su madre”, refirió el traumatólogo, quien reconoció que confiaron y desistieron de seguir el proyecto con la empresa de Talca, para seguir adelante con ella.
“Tenía una oficina que estaba haciendo varios proyectos, tenía un coworking, varios emprendimientos en Curicó. Entonces, nos pareció seria”, apuntó el denunciante. La mujer, a su vez, les recomendó contratar a J. A. M. B., a quien presentó como un constructor civil. “Trajo un equipo múltiple, fabuloso, que tenía ingenieros de esto y de esto otro. Ella y él nos presentaron un proyecto completo”.
Para iniciar las obras, según les habría asegurado la arquitecta al doctor y el kinesiólogo, era necesario realizar un pago inicial como adelanto el cual ascendió a $26 millones. Posteriormente, en un lapso de ocho meses, siguieron entregando recursos mediante cheques sumando un total de casi $140 millones.
Sin embargo, con el pasar del tiempo, el Dr. Rojas y su socio se percataron de que los trabajos no avanzaban según lo proyectado: “Le pedimos el libro de obras y no apareció nunca, él dijo que se habían metido a la casa y se lo habían robado. Después de que les pasamos la plata, cuando llevábamos como $140 millones, vimos que solo tenía construido un radier, un cuarto de una piscina y unos paneles, nada más”.
Por lo anterior, solicitaron peritajes a dos profesionales y ex jefes de obras de los municipios tanto de Curicó como de Teno, quienes advirtieron gravísimas fallas en la precaria construcción.
“Ello emitieron un informe lapidario, de que este gallo había construido solo un 40 por ciento y mal hecho. Por ejemplo, los radieres todos partidos, la estructura metálica de la piscina estaba afirmada con unos fierros introducidos a la pared, con riesgo de caerse en cualquier momento. Mal diseñado, mal dimensionado. Arriba puso un piso flotante y se veía hacia abajo desde el segundo piso. (…) Yo creo que compró el más básico de los lavamanos, pintó una pared y nada más”, aseguró el traumatólogo.
Con estos antecedentes, ambos socios pidieron explicaciones al supuesto constructor y a la arquitecta. Mientras que esta última les atribuyó el no haber pagado el monto total del adelanto comprometido, lo cual ella misma habría aprobado en un inicio, el sujeto a cargo de los trabajos no entregó explicaciones a las fallas que presentaban las escasas faenas hasta ese momento realizadas.
“Este individuo fue a los peritajes (…) No dijo nada, se quedó callado igual que cuando a un niño chico lo están retando. Lo encararon de forma educada, le dijeron “este es el arte del buen construir y tú no lo hiciste”. Pero se excusaba no más”, indicó el médico.
Tras determinar que habrían sido estafados por M. A. H. M. y J. A. M. B., los profesionales de la salud decidieron presentar una querella ante el Juzgado de Garantía de Curicó en julio de 2023, la cual fue declarada admisible ese mismo mes. Los imputados, en tanto, aún no han sido notificados.
Mediante la acción legal, se solicita para la arquitecta y el contratista la pena de cinco años de presido menor en su grado máximo, sumada a una multa de 15 unidades tributarias mensuales. Asimismo, se exige el pago por concepto de daño emergente por el monto presuntamente defraudado, el cual asciende a $139 millones 500 mil más otros $500 millones por lucro cesante y daño moral.
“Compramos la casa con un crédito hipotecario que estamos pagando. Tenemos un crédito de consumo los dos. Obviamente para nosotros significa un daño moral y psicológico importantísimo. Lo hacemos público porque mucha gente en Curicó ha sido estafada. Y nunca nadie ha iniciado una querella, pero estos tipos han seguido haciéndola. Vamos a pedir hasta las últimas consecuencias que nos devuelvan nuestro dinero”, advirtió el Dr. Rojas.
VLN Radio intentó comunicarse con los querellados mencionados en esta nota, uno de los cuales no respondió y el otro rechazó dar declaraciones públicas.