El acto de protesta de Leonardo Ramírez, padre del ciclista Fernando Ramírez (quien padece un grave daño neurológico), dio frutos. Luego de encadenarse en las afueras del Hospital Sótero del Río, el padre finalmente accedió a una reunión con el director del recinto, el médico cirujano Dr. Ignacio García-Huidobro.
El objetivo principal del encuentro fue conseguir la autorización oficial para trasladar al deportista a un nuevo centro de salud, específicamente al Instituto Chileno de Neurología.
Ramírez agradeció especialmente la intervención del teniente coronel de Carabineros, Luis Olivares, quien jugó un rol clave en la gestión del diálogo. "Yo también soy padre", fueron las palabras del funcionario policial.
Aunque desde el recinto hospitalario se le informó nuevamente al padre que, más allá del estado de gravedad de su hijo, "es difícil que su condición mejore significativamente en otro centro de salud", contó Ramírez.
Eso sí, agregó, el Hospital Sótero del Río le aseguró que "no se opondrán a un posible traslado si se cumplen los requisitos para realizarlo".
Informe médico
La protesta se produce poco después de que el Hospital Sótero del Río emitiera un informe médico, firmado por su director, el Dr. Ignacio García-Huidobro, que detalla la compleja situación de Fernando Ramírez.
El documento señala que el joven ciclista "ha sido sometido a nueve procedimientos neuroquirúrgicos de alta complejidad, realizados en conformidad con protocolos clínicos y bajo evaluación continua por parte del equipo tratante multidisciplinario".
El informe concluye con un pronóstico desalentador: "Lamentablemente, tanto la evolución clínica como los estudios de imágenes (resonancia magnética de cerebro) son concluyentes en evidenciar un daño cerebral severo, con un pronóstico ominoso, lo que significa que no existen posibilidades razonables de recuperación neurológica".
A pesar del desalentador informe, Leonardo Ramírez insiste en buscar una nueva opinión médica y un tratamiento distinto para su hijo.
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