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El cambio climático trae nuevas plagas que amenazan frutales chilenos

Expertos llaman a reforzar el manejo integrado para proteger la agricultura y las exportaciones.

25 de Agosto del 2025 · 17:48
ARCHIVO | VLN Radio

El aumento de las temperaturas debido al cambio climático está impulsando la llegada y proliferación de nuevas plagas en los cultivos de frutales en Chile, un fenómeno que pone en riesgo la producción agrícola y las exportaciones del país.

Ante este desafío, especialistas de la Universidad de Talca y la Universidad Católica del Maule están advirtiendo sobre la urgencia de adoptar un manejo integrado de plagas (MIP), una estrategia que busca reducir el uso de pesticidas y priorizar soluciones más sostenibles.

Una de las plagas más preocupantes es la mosca de alas manchadas (Drosophila suzukii), que arribó a Chile en 2017. Según el entomólogo Eduardo Fuentes, académico de la UTalca, el incremento de las temperaturas favorece su reproducción y supervivencia. "Estamos viendo cómo su impacto en los cultivos es cada vez más significativo, especialmente en cerezos", señala.

La académica Margarita Correa, de la Universidad Católica del Maule, añade que esta plaga ataca la fruta sana, incrementando los costos de control y afectando la calidad del producto final. El riesgo no se limita al campo: la detección de unos pocos individuos en cargamentos puede impedir su exportación, ya que es una plaga cuarentenaria.

Para enfrentar este nuevo escenario, las universidades están colaborando activamente. El proyecto Anillo de Investigación PIC² (Insectos Plaga y Cambio Climático), financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), es un ejemplo de este esfuerzo.

Como parte de esta iniciativa, se impartió un curso gratuito para capacitar a agricultores y estudiantes en la gestión de plagas en un contexto de cambio climático. "Es fundamental adaptar nuestras herramientas a ambientes más cálidos y avanzar hacia alternativas sustentables, como las feromonas, los enemigos naturales y los productos de origen natural", explica Fuentes.

El objetivo es claro: proteger la agricultura chilena con un enfoque que no solo sea efectivo, sino también amigable con el medio ambiente, reduciendo al mínimo la dependencia de los insecticidas tradicionales.