Pese a considerar como un hecho puntual el magro desempeño
registrado por los mercados bursátiles durante las primeras sesiones del 2019,
el académico de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de
Talca, Carlos Villalobos, anticipó que dicha volatilidad podría ser una señal
de advertencia respecto de las complejidades que, eventualmente, enfrentarían
economías abiertas -como la chilena- durante el año en curso.
Lo anterior, a juicio del investigador, debido a la incierta
resolución del conflicto comercial que tiene enfrentados a los Estados Unidos y
el gigante asiático.
“La baja con que empezaron las bolsas internacionales se
debió en gran parte a un empeoramiento en la confianza de los ejecutivos chinos
sobre las perspectivas económicas de corto y mediano plazo y que el mercado no
tardó en internalizar. Este ajuste importante no resta posibilidades a un
escenario que, potencialmente, pueda seguir deteriorándose”, comentó.
Villalobos atribuyó esta percepción al hecho de que el
actual escenario económico enfrenta varios flancos abiertos, aparte de la
mencionada disputa comercial. “Por ejemplo, la demanda interna china muestra
tasas más moderadas de crecimiento, lo mismo ocurre con el mercado de crédito y
de bienes inmobiliarios, que también se han estado desacelerando”, planteó.
Agregó que “además está la fuente de incertidumbre más
grande que es la batalla comercial entre China y EE.UU., ya que este último
país ha pretendido poner tarifas de doscientos mil millones de dólares sobre
importaciones americanas provenientes desde China, por lo tanto, uno podría
esperar que si las negociaciones sobre un nuevo pacto comercial no llegan a
buen puerto, las noticias internacionales podrían seguir empeorando”.
Añadió que lo anterior podría resentir la economía del
gigante asiático, impactando la compra de insumos productivos claves como el
cobre, que proviene en un volumen significativo de nuestro país.
“Si la disputa entre ambos países aumenta la víctima
colateral vamos a ser nosotros y esto significa que probablemente el precio del
cobre puede bajar en una magnitud importante respecto de los actuales
pronósticos. De ser el caso, pagaremos con una economía en una dinámica de
desaceleración más allá de las políticas económicas que Chile podría
implementar”, puntualizó.
Y expresó que “si hay menos actividad económica la gente
tributa menos, el gobierno tiene recursos para implementar políticas contra
cíclicas lo que puede generar una mayor presión sobre el déficit fiscal. Chile
es un país que acepta y ve el comercio internacional como su motor de
crecimiento. La contracara del apego irrestricto al comercio internacional es
la alta vulnerabilidad a los ciclos y eventos económicos internacionales.
Pienso que en este escenario de progresivas restricciones a los flujos
comerciales, el énfasis al consumo de los productos locales da espacio para
pensar en el desarrollo futuro de Chile algo más centrado en el desarrollo de
la demanda interna y esto requiere del desarrollo de discusiones técnicas y
menos ideológica”.
En este contexto, Carlos Villalobos aconsejó tomar
resguardos para enfrentar posibles fluctuaciones de la economía, como evitar el
sobreendeudamiento.