“Increíble como pasa el tiempo”, esa fue la primera reflexión del hoy entrenador de la Escuela de Fútbol de Curicó Unido.
Es que Luis Vázquez tomó el liderato. Ese que en el año 2008, donde Curicó lloró de alegría, vio a la ciudad volcarse a las calles tras el 1 a 0 ante Puerto Montt, con un Rodrigo Riquelme que con su cabeza hizo estallar la “antigua” Granja.
“Recuerdo con emoción ese día. En la previa nos quitaron los teléfonos, nos querían concentrados para el partido. La gente en las calles, el estadio lleno. Fue maravilloso”, señala después de 10 años el Profe Luis.
Acerca del vestuario de aquel año, el portero rememora: “Era un buen camarín. Recuerdo con cariño a muchos de los jugadores, Juan José Albornoz, el “Abuelo” Briceño, Juan Carlos Muñoz, por nombrar algunos. Fueron todos muy profesionales”, señala.
Acerca de su huella en el equipo, finaliza. “Me siento orgulloso de ese histórico logró, de haber sido el capitán”, recuerda con cierta nostalgia el “Lucho”.