Si bien no se contabilizaron víctimas, lo cierto es que la entrada en actividad del volcán Quizapú arrojó cenizas que cubrieron desde Rancagua a Chillán, siendo San Fernando, Curicó y Talca las ciudades más afectadas debido a la densa capa de cayó, transformando el día en noche.
En Curicó, el radio urbano y rural quedó absolutamente a oscuras. Las autoridades, al ver la dificultad para desplazarse debido a la poca luz, tomaron la decisión de encender el alumbrado público durante las 24 horas.
Fueron días de temor e incertidumbre por los constantes ruidos subterráneos que marcaban las jornadas (alcanzaron los 500 kilómetros) sobre todo en el radio urbano, cuyos vecinos avizoraban que lo peor estaba por venir.
A pesar de todo, comenzaron los trabajos para limpiar las calles, sobre todo los lugares emblemáticos de Curicó; Plaza de Armas, Estación de Trenes y las principales avenidas, mientras las familias hacían lo propio en sus casas, todo esto con algunos problemas respiratorios, sobre todo para los más pequeños.
Según informes internacionales, se avistaron cenizas transportadas por el viento que llegaron a países como Brasil y Sudáfrica, mientras hay imágenes de la ciudad de Buenos Aires con algunos indicios de actividad volcánica.
Cedida
¿Dónde está el Quizapú?
La respuesta a lo primero es que el Quizapú es un volcán que nace en 1846 y es parte de un complejo volcánico en la cordillera del Maule, junto al Descabezado Grande y al Cerro Azul, comuna de San Clemente.
Llegar es bastante difícil, por lo que su entorno ha sido visitado muy poco. Su cráter no es pequeño: tiene unos 700 metros de diámetro y finalizó su siglo en 1932.
La fotografía de la portada pertenece a una revista francesa, donde se muestra al tren curicano saliendo de la "Gare de Curicó" completamente blanca por las cenizas.