Una usuaria del sistema de transporte público ha denunciado el mal estado y la falta de mantención de los minibuses que operan en el servicio que conecta las comunas costeras con Curicó, afectando gravemente a los pasajeros, especialmente a personas vulnerables.
Cecilia, quien prefirió mantener su anonimato, relató la amarga experiencia que vivió el pasado miércoles 01 de octubre mientras viajaba a Curicó con su hijo que vive con la condición del espectro autista (CEA).
Según su testimonio, la máquina, cuyas ventanas estaban selladas y sin aire acondicionado operativo, se convirtió rápidamente en una "caja hermética" con una temperatura sofocante.
"Estábamos en un verdadero horno,” aseguró Cecilia, señalando que entre los pasajeros había bebés, adultos mayores y su propio hijo, "nadie hace nada, nadie reclama y esto se arrastra hace años. No puedo decir que todas las máquinas están malas, pero la mayoría, somos personas y nos tratan como animales".
La alta temperatura obligó a los pasajeros a quitarse prendas de vestir para intentar soportar el calor. El conductor intentó paliar la situación abriendo la puerta en cada bajada, lo que solo permitía la circulación de aire caliente de forma momentánea, ya que la máquina no puede avanzar con la puerta abierta.
La denunciante asegura que la problemática no es nueva y se arrastra hace años, con un total de dos empresas que prestan el servicio sin preocuparse de la renovación ni la adecuada mantención de las máquinas.
La usuaria resumió las deficiencias del servicio, que incluyen:
- Buses cerrados sin aire acondicionado ni ventilación.
- Asientos en malas condiciones.
- Vehículos desaseados.
- Diferencias arbitrarias en las tarifas que se cobran a los pasajeros por un mismo tramo y empresa.
La denuncia hace un llamado urgente a las empresas de transporte a renovar sus flotas y a las autoridades de la SEREMI de Transportes a fiscalizar las condiciones en las que se presta un servicio esencial para los habitantes de la zona costera maulina.
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